El príncipe Luis, quinto en la línea de sucesión al trono británico y tercer hijo de los duques de Cambridge, fue bautizado en la Capilla Real del Palacio de Saint James, en Londres, en una ceremonia íntima donde faltaron sus bisabuelos, la reina Isabel II y el duque de Edimburgo.
El servicio religioso comenzó a las 16 horas, tiempo local (15.00 GMT), duró unos 45 minutos y fue oficiado por el arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia Anglicana, Justin Welby.
Foto: Reuters
Foto: Reuters
El tercer nieto del príncipe de Gales y la fallecida princesa Diana llevaba una réplica, elaborada en 2008, del mantón bautismal color crema que lució por primera vez la primogénita de la reina Victoria en 1841 y que, desde entonces, se ha utilizado para todos los bautizos reales, incluido el de Isabel II, en 1926.
El hijo menor de los duques de Cambridge fue bautizado con agua del río Jordán sobre la pila bautismal “Lily Font”, una obra de orfebrería elaborada por los joyeros EJ. y W. Barnard en 1840, también a petición de la reina Victoria, que representa “la pureza y la nueva vida” y que la familia real utiliza en estas ceremonias.
Foto: Reuters
El bebé ha seguido los pasos de su hermano mayor, cuyo bautismo también se celebró en el templo de la capital británica en 2013, mientras que la de su hermana tuvo lugar al este de Inglaterra, en la Iglesia Saint Mary Magdalene de Sandringham, en 2015.
Además, la fecha de este lunes constituye la primera vez que se ha podido ver a la recién estrenada familia de cinco al completo, ya que todavía no había ninguna imagen oficial de los duques de Cambridge con sus tres hijos, puesto que el príncipe no había sido visto de nuevo desde su nacimiento hace once semanas.
Foto: Reuters
Al término de la ceremonia, los duques de Cambridge ofrecieron una íntima recepción en la Clarence House, residencia y despacho del príncipe Carlos, donde se sirvió la misma tarta de bodas de Guillermo y Catalina, como hicieron con sus otros dos hijos.