La última erupción del volcán Agung, en la isla indonesia de Bali, obligó este martes a cerrar el aeropuerto de Banyuwangi, en el este de la isla de Java, a raíz de la expulsión de una nube de ceniza por encima de los 5 mil metros del nivel del mar.
Foto: Volcán Agung / Reuters
Las operaciones del aeródromo cesarán hasta las 15.00 hora local, informaron a través de las redes sociales varias compañías aéreas locales.
El aeropuerto de Banyuwangi se encuentra a unos 125 kilómetros al oeste del volcán balinés.
Anoche el volcán registró una de sus erupciones más explosivas hasta la fecha, cuya emisión de lava prendió los bosques en las laderas este y noreste del monte, apuntó el portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres, Sutopo Purwo Nugroho, en un comunicado.
Sutupo indicó que parte del magma fue despedido a hasta 2 kilómetros de distancia del cráter.
Foto: Volcán Agung / Reuters
El radio de seguridad alrededor de la montaña permanece en 4 kilómetros.
El Centro de Vulcanología y Mitigación de Peligros Geológicos ha registrado desde el 28 de junio un aumento en la actividad del volcán, que ha entrado en erupción en varias ocasiones y con diferentes intensidades desde el año pasado.
El viernes una expulsión de ceniza del Agung obligó al cierre de tres aeropuertos, entre ellos el de la turística isla de Bali, y afectó a 446 vuelos y más de 74.000 pasajeros.
Más de cinco millones de turistas extranjeros visitaron Bali en 2017 por vía aérea, según la operadora área del aeropuerto.
La última erupción importante del volcán balinés ocurrió en 1963, duró un año y mató a más de mil personas.
El archipiélago indonesio se asienta en el denominado “Anillo de Fuego” del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por miles de temblores al año, la mayoría de escasa magnitud.