El estudiante de secundaria Addison Barnes, que el pasado enero fue enviado a su casa por no quitarse una camiseta con mensajes a favor del presidente de EEUU, Donald Trump, recibirá una indemnización de 25 mil dólares, informaron hoy sus abogados.
El monto es resultado de un acuerdo judicial en una demanda que el joven entabló contra el distrito escolar de Hillsboro, en Oregón, y que incluye además una carta de disculpa escrita por el director de su escuela, Greg Timmons.
El pasado 18 de mayo este alumno de último año demandó a la escuela secundaria Liberty y a su director por echarlo de las instalaciones el 19 de enero, día que llevó una camiseta con el mensaje impreso: “Donald J. Trump Border Wall Construction Co.” (“Constructora Muro Fronterizo Donald J. Trump”), en respaldo a las políticas de la actual Administración.
La escuela prohibió además al estudiante usar la camiseta por el resto del año escolar, orden revocada luego por una decisión judicial.
Barnes argumentó en su demanda que con la decisión de enviarlo a su casa se violó su derecho a la libertad de expresión contemplado en la Primera Enmienda de la Constitución.
“Denuncié este caso para defenderme y a otros estudiantes que podrían tener miedo de expresar su punto de vista de centro-derecha. Todo el mundo sabe que si un estudiante viste una camiseta anti-Trump en la escuela los profesores no tendrán problema, pero cuando llevé una camisa pro-Trump me mandaron a casa y eso no está bien”, señaló el estudiante en una declaración escrita.
El distrito escolar dijo en un comunicado que apoya y celebra “la libre expresión y un debate razonable”, pero que también tiene “la responsabilidad de garantizar que cada uno de los estudiantes se sienta bienvenido y seguro en las escuelas para que puedan aprender eficazmente”.
Mantuvieron ante el juez que la camisa hubiera contribuido a generar un “ambiente de aprendizaje hostil” y que los estudiantes se iban a sentir inseguros en la escuela, en especial tomando en cuenta que cerca del 33 % son de ascendencia hispana.
El juez federal Michael W. Mosman desestimó los argumentos de que la camisa podría “perturbar sustancialmente” a la escuela, si bien reconoció que el distrito escolar tiene derecho a preocuparse por la respuesta de otros estudiantes.