En el mundo existen 40.3 millones de personas sometidas a esclavitud moderna, reveló este jueves el Índice Global de Esclavitud, elaborado por la Fundación Walk Free.
Difundido en la sede de la ONU, el índice señaló que, en general, Corea del Norte tiene la mayor prevalencia de esclavitud moderna en el mundo, con una de cada 10 personas que viven en estas condiciones.
Después se ubican Eritrea, Burundi, la República Centroafricana, Afganistán, Mauritania, Sudán del Sur, Pakistán, Camboya e Irán.
Davina Durgana, una de las autoras del informe, expresó en entrevista con Notimex que, en términos absolutos, el mayor número de personas esclavizadas en el continente americano se encuentra en Estados Unidos, con 403 mil, seguido por Brasil, con 369 mil, y México, con 341 mil.
Sin embargo, Venezuela y Haití, ambos con 5.6 personas de cada mil que viven en condiciones de esclavitud, son los países de América con la mayor prevalencia de esclavos.
Le siguen República Dominicana, Cuba y Honduras. En el caso de Estados Unidos, los esclavos modernos laboran principalmente en el trabajo doméstico, la agricultura y tareas del campo, equipos de ventas itinerantes, servicios de restaurantes o comidas, y servicios de salud y belleza, según el informe.
Durgana señaló que una gran cantidad de estas personas que vive en condiciones de esclavitud son igualmente migrantes, y que el actual clima de represión creado por las políticas de migración del gobierno de Estados Unidos podría empeorar esta situación.
“Ciertamente es un impacto potencial de estas políticas migratorias en Estados Unidos, donde las personas más vulnerables a la explotación, los inmigrantes sin documentos, tienen ahora más miedo de denunciar delitos en su contra para evitar una posible deportación”, aseveró la investigadora.
El 71 por ciento de las personas atrapadas en la esclavitud moderna en la actualidad son mujeres, de las que 15.4 millones viven en un matrimonio forzado. Esta diferencia de género refleja el “ciclo de desigualdad para las mujeres en la cultura global”, de acuerdo con el documento.
El texto resaltó que los países que sufren conflictos y regímenes opresivos son más proclives a experimentar formas modernas de esclavitud. No obstante, el análisis encontró que la cantidad de personas víctimas de esclavitud en países desarrollados es más alta de lo que se pensaba.
“Los datos ponen de relieve la naturaleza verdaderamente mundial del trabajo forzoso, el matrimonio forzado y el sexo forzado, así como la explotación y el papel que juegan muchos países ricos en la explotación de los más vulnerables”, según el informe.
Otra sección del informe está dedicada al comercio de productos adquiridos en el mundo que son fabricados con fuerza de trabajo en condiciones de esclavitud, así como las medidas que han tomado los gobiernos para limitar al mínimo la compra de estos productos.
Las economías del G-20 en total importan productos en riesgo de ser producidos por trabajo esclavo por un valor anual de 354 mil millones de dólares anuales. Los productos de importación más susceptibles de contener trabajo esclavo son computadoras, teléfonos celulares, ropa, pescado, cocoa y caña de azúcar.
En términos de la respuesta del gobierno de México a la esclavitud, el índice le otorga una calificación de BB, lo que significa que existen mecanismos y lineamientos para identificar a víctimas de la esclavitud. En América sólo Estados Unidos, Argentina y Chile, tienen calificación de BBB.
Durgana precisó que la esclavitud en México esta vinculada con la operación de grupos del crimen organizado que trafican personas para obligarlas a trabajar en tareas agrícolas.