El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este martes que los miembros de la OTAN han incrementado en 33 mil millones de dólares su contribución a la Alianza Atlántica “solo gracias” a su empeño, un dato que ha sido cuestionado por numerosos medios estadunidenses.
“(Los aliados de la OTAN) han pagado 33 mil millones más y pagarán cientos de miles de millones de dólares más en el futuro, solo gracias a mí”, dijo Trump en su cuenta de Twitter.
El presidente no mencionó de dónde procedía ese cálculo al hacer esta afirmación, aunque parece que se refiere al gasto de defensa adicional por parte de los miembros de la OTAN en el último año.
De acuerdo a los totales estimados en un informe de la OTAN del 10 de julio pasado, que detalla los gastos de defensa para los países miembros, medios estadunidenses calcularon que otros países agregaron cerca de 33 mil millones de dólares a su contribución.
I had a great meeting with NATO. They have paid $33 Billion more and will pay hundreds of Billions of Dollars more in the future, only because of me. NATO was weak, but now it is strong again (bad for Russia). The media only says I was rude to leaders, never mentions the money!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 17 de julio de 2018
Sin embargo, al contabilizar la inflación y las tasas de cambio, esos medios, entre ellos el The New York Times, estimaron que la cifra bajaría hasta los 11 mil millones.
“La OTAN era débil, pero ahora es fuerte otra vez (malo para Rusia). ¡Los medios solo dicen que fui maleducado con los líderes, nunca mencionan el dinero!”, añadió el mandatario en su tuit .
Trump ya presumió hace unos días en rueda de prensa de haber promovido el aumento de la inversión en defensa entre los miembros de la OTAN y afirmó que los aliados europeos y Canadá han “reforzado su compromiso” con el gasto militar “como nunca lo habían hecho antes”.
Sin embargo, en la reunión de líderes de la Alianza que concluyó el jueves pasado en Bruselas no se alcanzaron nuevos compromisos sobre los niveles de gasto en defensa, más allá de reafirmar lo pactado en la cumbre de Gales de 2014, donde los países miembros decidieron destinar en una década el 2 % de su PIB a las fuerzas armadas.