Los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Bolivia, Evo Morales, aseguraron hoy que los actuales “enemigos” de Latinoamérica y el mundo son “la fuerza imperial” Estados Unidos y su líder Donald Trump, durante la jornada de clausura del XXIV Foro de Sao Paulo, con sede en La Habana.
“Mientras haya imperialismo habrá lucha. Mientras haya imperialismo en EE.UU., aunque esté en decadencia, habrá conspiración, habrá intriga contra los Gobiernos progresistas“, dijo Maduro en una sesión dedicada al fallecido Fidel Castro (1926-2016), fundador de este “espacio de confluencia de la izquierda mundial”.
Presidentes participan de la plenaria especial sobre el pensamiento de Fidel Castro y el Foro de Sao Paulo #url https://t.co/vhq8LuXTUU pic.twitter.com/vaseRmWTwr
— Foro de São Paulo (@ForodeSaoPaulo) 17 de julio de 2018
En la sesión de clausura del Foro de Sao Paulo, a la que también asistieron los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel y El Salvador, Salvador Sánchez-Cerén, se denunció el “martirologio al que es sometido” el exmandatario brasileño Luis Inácio Lula Da Silva, preso por cargos de corrupción.
Los participantes también aplaudieron la victoria en las urnas del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, y expresaron su solidaridad con Nicaragua y el Gobierno de Daniel Ortega ante los repetidos “intentos de desestabilización de la derecha”.
“El contexto político y social de la región merece la coordinación urgente de todas las fuerzas progresistas de izquierda para la construcción de una plataforma antihegemónica. La unidad parece ser hoy la única salida”, subrayó Díaz-Canel, quien sustituyó en abril pasado a Raúl Castro en la Presidencia de la isla.
Según el nuevo mandatario cubano, “el ascenso de la derecha hace necesario volver al ideal integracionista de Fidel Castro” y reconducir la lucha para concretar un plan de acciones común y “realizable”.
El XXIV Foro de Sao Paulo concluirá hoy en La Habana después de tres días de debates donde participaron exgobernantes latinoamericanos como la brasileña Dilma Rousseff y el hondureño Manuel Zelaya, junto a líderes de partidos comunistas y de izquierda de todo el mundo.