El departamento de Estado estadunidense aprobó la extradición del expresidente panameño Ricardo Martinelli, requerido en su país por espionaje, informaron autoridades.
“El vicesecretario de Estado, John J. Sullivan, decidió autorizar la entrega de Martinelli a Panamá bajo los cuatro cargos por los que fue pedido en extradición”, dice una carta enviada por el departamento de Estado a la abogada Inna Shapovalov.
En ella, la oficina rechaza los argumentos que había presentado el equipo de Martinelli para evitar su extradición, en particular los relativos al supuesto riesgo de ser torturado si es devuelto a su país.
Pero “el departamento considera cuidadosamente estas afirmaciones”, añadió la carta, “y toma pasos apropiados, que pueden incluir la obtención de información o compromisos por parte del gobierno solicitante para enfrentar estas preocupaciones”.
En Panamá, el presidente Juan Carlos Varela confirmó que había recibido el aviso de entrega y aseguró que “todo se va a manejar en base a los procesos, las leyes y a la constitución del país”.
“Éste es un caso judicial que está en manos de la Corte Suprema de justicia y del sistema judicial panameño”, añadió.
Agotados los recursos legales, a los que Martinelli renunció el mes pasado, su extradición quedaba ahora en manos del ejecutivo estadounidense.
El 15 de mayo, los abogados de Martinelli habían sometido un documento de 430 páginas al departamento de Estado en el que pedían al entonces secretario Mike Pompeo “que ejercitara su discreción para negar el pedido de extradición de Panamá porque está motivado políticamente”.
Si el exmandatario regresa a Panamá, “existe la posibilidad de trato inhumano por parte de autoridades panameñas, y es probable que sea sujeto a tortura”, había dicho la abogada Inna Shapovalov.
Martinelli afirma que su pedido de extradición es una “vendetta” política de su exvicepresidente y actual presidente.
La abogada añadió que apoyó su caso ante Pompeo recordándole las ocasiones en que Varela mostró “falta de compromiso” con los intereses de Estados Unidos, y puso como ejemplo la ruptura de relaciones con Taiwán y el restablecimiento de relaciones con Venezuela.
En una carta pública divulgada por los abogados de Martinelli la semana pasada, el expresidente (2009-2014) enumeró en cambio las ocasiones en que él hizo “favores” a Estados Unidos.
“Cuando la CIA me pidió que interceptara un barco norcoreano que estaba dejando Cuba y cruzaba el canal de Panamá, yo no pestañeé”, escribió.
La justicia panameña investiga a Martinelli por más de una veintena de otros casos de corrupción. Ninguno de ellos está vinculado al pedido de extradición, razón por la cual el exmandatario había pedido explícitamente acogerse a la “cláusula de especialidad” del tratado de extradición de 1905.
Esta cláusula garantiza al extraditado que será procesado en su país sólo por los delitos por los que fue pedido en extradición, lo cual le fue concedido.