El número de inmigrantes que ha muerto por el calor extremo en la frontera entre Estados Unidos y México creció un 55 por ciento en los últimos nueve meses, tras un aumento en el número de niños no acompañados y familias que intentan entrar de manera ilegal a territorio estadunidense, dijo el lunes el gobierno.
La cifra de muertos aumentaría en medio del intenso calor en los meses de verano boreal, debido a que inmigrantes vulnerables y no aclimatados intentan atravesar ambientes hostiles, lo que llevaría a un alza interanual de muertes en la frontera el 2018, dijo Zamora.
La Patrulla Fronteriza registró un incremento interanual de un 12 por ciento en las detenciones de inmigrantes en los ocho meses hasta el 31 de mayo, informó Zamora.
“Vamos rumbo a que las muertes relacionadas con el calor superen las ocurridas el año pasado y el verano recién comienza”, dijo el funcionario en una entrevista telefónica. “La demografía de los indocumentados que estamos atrapando, las unidades familiares, los niños no acompañados, son mucho más vulnerables”, agregó.
Grupos humanitarios como Border Angels, con sede en San Diego, California, dicen que la principal causa del aumento de las muertes es una aplicación más estricta de la seguridad fronteriza, como la reciente iniciativa de “cero tolerancia” para quienes cruzan la frontera ilegalmente.
“Hemos visto personas que cruzan en áreas más peligrosas, por lo que a pesar de que hay menos individuos cruzando, hay más gente muriendo”, dijo Enrique Morones, fundador del grupo cuyos voluntarios dejan agua a los migrantes.