La ministra guatemalteca de Relaciones Exteriores, Sandra Jovel, informó hoy que su país solicitó a Estados Unidos el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), ante la crisis propiciada por la erupción del Volcán de Fuego del pasado 3 de junio.
La canciller anunció en rueda de prensa que de acuerdo con las instrucciones del presidente Jimmy Morales, este lunes se formalizó la petición por las vías diplomáticas ante el gobierno del presidente Donald Trump.
El exvicepresidente y excanciller Eduardo Stein consideró que será casi imposible que el gobierno de Estados Unidos apruebe el TPS. “Esa ha sido una opción no disponible para Guatemala a lo largo de los años”.
Voceros de la cancillería informaron que en cuatro ocasiones, Guatemala solicitó el TPS sin éxito, pese a que el país enfrentaba desastres naturales como el huracán Stan, la tormenta Agatha y el terremoto del 7 de noviembre de 2012.
El TPS es un mecanismo migratorio concedido de manera unilateral por el gobierno de Estados Unidos a ciudadanos de naciones afectadas por desastres naturales o contingencias que ponen en riesgo a la población y alteran la actividad productiva y política.
El TPS ha favorecido a más de 300 mil centroamericanos que trabajan en Estados Unidos, entre ellos 250 mil salvadoreños, pero a principios del año, el gobierno estadunidense anunció la cancelación del programa para esa nacionalidad y dio un plazo de 18 meses para que salgan del país o busquen su residencia legal.
El TPS ya había sido suspendido antes para nicaragüenses y haitianos, y se concedió una prórroga de seis meses para unos 60 mil hondureños, quienes saldrán del programa a fines del presente año.
En 1999, luego de la devastación causada en Centroamérica por el huracán Mitch, el gobierno de Washington otorgó el TPS a salvadoreños, hondureños y nicaragüenses que emigraron a Estados Unidos orillados por el desastre natural, sin que Guatemala se sumara a la solicitud, a pesar de los efectos del meteoro.
Se estima que en Estados Unidos viven unos tres millones de guatemaltecos, de los que más de 800 mil residen y trabajan en el país del norte en condición migratoria irregular.