El gobierno de México rechazó hoy ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) la política de Estados Unidos de separar niños de familias migrantes y llamó a la comunidad internacional a no permanecer indiferente ante esta práctica cruel e inhumana.
“México respeta el derecho soberano de todo país de fijar sus leyes migratorias. Sin embargo, no puedo sino rechazar categóricamente la criminalización de los migrantes y la politización de la migración”, dijo el embajador mexicano ante el organismo hemisférico, Jorge Lomónaco.
Durante la sesión del Consejo Permanente de este miércoles, el diplomático sostuvo que la separación de los niños resulta inaceptable, porque no se ajusta a los estándares internacionales de derechos humanos, ni es consistente “con el principio del interés superior del niño”.
“México reitera su más categórica y enérgica condena a esta política migratoria cruel e inhumana, y exhorta al gobierno de Estados Unidos para que cese esta práctica, que es violatoria de los derechos humanos de los migrantes en Estados Unidos”, aseveró.
Lomónaco reiteró el exhorto de su gobierno a la comunidad internacional y a los organismos multilaterales a que no permanezcan indiferentes ante esta situación, y reconoció la postura fijada días atrás por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en este sentido.
Por su parte, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, se pronunció a favor de que la CIDH realice cuanto antes una visita ‘in loco’ a la frontera, “así como el más pronto cambio de esta legislación retrógrada”.
El tema fue abordado por otras representaciones diplomáticas, entre ellas las delegaciones de El Salvador, Honduras y Guatemala, que mostraron una postura mesurada a pesar de que son los tres países de donde provienen la mayoría de las familias y niños separados.
Otros países asumieron una posición más crítica, como Venezuela, que calificó la separación de los menores de sus familias como una “violación criminal de los derechos humanos fundamentales de miles de niños y niñas”, quienes, además, son tratados como delincuentes.
“El abuso infantil que el gobierno estadunidense perpetra contra seres humanos en suprema situación de vulnerabilidad, se traduce en los gritos desgarradores de los niños que hoy circulan en las redes sociales”, dijo la representante venezolana Carmen Velázquez.
También fue notable el silencio adoptado por la delegación de Estados Unidos que, pese a las reiteradas alusiones, optó por reservarse su derecho de intervenir en las exposiciones.