La ciudad nicaragüense de Masaya registró este sábado nuevos episodios de violencia por cuarto día consecutivo, que han provocado el cierre de comercios y bancos, en medio de una ola de protestas que se llevan a cabo en el país desde el pasado 18 de abril y que ha dejado unos 108 muertos.
La prensa local informó que el número de muertos en las protestas que llevan 46 días en todo el país se ubicó en 108 hasta el viernes, según un conteo del Centro Nicaragüense de los Derechos Humanos.
Pobladores de Masaya, en el oeste de Nicaragua, denunciaron en redes sociales que presuntos grupos paramilitares y antimotines atacaron la madrugada de este sábado a las personas que se encontraban en una barricada en San Juan de la Concepción, dejando un muerto y varias personas heridas.
Afirmaron que los atacantes intentaron quemar la iglesia de San Miguel, cuyas campanas se escuchaban sonar en videos divulgados en redes sociales, mientras la televisión local mostraba imágenes de los bomberos que intentaban extinguir el fuego en un restaurante.
La embajada de Estados Unidos en Nicaragua informó en tanto que uno de sus ciudadanos fue encontrado muerto este sábado en Rubenia, Managua, sin que estén claras las circunstancias de su deceso ni si está relacionado con el conflicto.
En un mensaje en su cuenta en la red Twitter, la embajadora Laura Dogu escribió que “el gobierno de Estados Unidos expresa sus condolencias a la familia del ciudadano estadunidense fallecido anoche y a todas las familias que recientemente visitaron medicina legal. La muerte de un ciudadano de Estados Unidos de gran preocupación para la Embajada”.
Durante el cuarto día de violencia en Masaya, bancos y comercios fueron saqueados, por lo que decidieron cerrar sus instalaciones algunas instituciones como el Banco de Finanzas y el BAC Credomatic, debido a la crisis de inseguridad, según la prensa local.
Las manifestaciones en Nicaragua, en su mayoría dirigidas por estudiantes, comenzaron el 18 de abril pasado en respuesta a reformas impuestas por el gobierno que aumentaban las contribuciones a la seguridad social de los trabajadores y los empleadores, y recortaban los beneficios.
La represión policial y la acción de grupos armados progubernamentales ha causado la muerte de al menos 108 personas, unas 868 heridas y otras 438 detenidas.
En un informe emitido el lunes, la organización Amnistía Internacional denunció que la estrategia del gobierno ante las protestas populares en Nicaragua ha sido caracterizada por el uso excesivo de la fuerza, las ejecuciones extrajudiciales, el control de los medios de comunicación y el uso de grupos armados.
El miércoles, la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el gobierno nicaragüense acordaron crear un Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para investigar los hechos de violencia en ese país centroamericano.