El problema de la corrupción administrativa se encuentra en la mira del nuevo presidente cubano, Miguel Díaz–Canel, quien en su segundo consejo de ministros analizó este fenómeno, “principal enemigo de la Revolución” y “expresión de deterioro de valores, de tolerancia e impunidad”.
“No podemos convivir con ese fenómeno”, aseguró el presidente en una reunión gubernamental celebrada el martes y de la que dan cuenta este jueves los medios estatales de la isla.
La corrupción y sus repercusiones en la dificultosa economía cubana fue también uno de los asuntos abordados en el primer Consejo de Ministros que celebró Díaz-Canel tras su nombramiento el pasado 19 de abril en sustitución de Raúl Castro, aunque ni en aquella ocasión ni en este segundo encuentro se han mencionado casos concretos.
En la reunión se analizó asimismo la situación económica del país hasta abril, con una llamada de Díaz-Canel a tratar de “acercarse lo más que se pueda al cumplimiento del Plan del 2018”, un objetivo complicado por los graves daños materiales -aún por cuantificar- que dejaron esta semana las inundaciones en el centro de la isla tras el paso de la tormenta subtropical Alberto.
El viceministro primero de Economía y Planificación, Alejandro Gil, informó al Consejo de Ministros de la buena marcha de las principales exportaciones del país, como el ron, el tabaco y el níquel, pero admitió “contratiempos” en algunas de las inversiones industriales prioritarias.
El sector turístico, segunda fuente de ingresos para Cuba, también se resintió por “afectaciones en la comercialización en los principales mercados emisores”, dijo Gil, quien recordó el “recrudecimiento de las medidas” de Estados Unidos, que ha reducido y limitado las categorías bajo las que sus ciudadanos pueden viajar a la isla.
En el Consejo de Ministros también se trataron el plan económico y los presupuestos estatales para 2019, que se centrarán en la recuperación de los daños causados en 2016 y 2017 por los huracanes Irma y Matthew y en garantizar la importación de materias primas para la producción nacional.
El viceministro consideró que para alcanzar los objetivos económicos el país deberá “ajustarse a las posibilidades reales, no asumir deudas que no se puedan honrar puntualmente”, ahorrar recursos y disminuir gastos innecesarios.
En materia energética el titular de ese departamento, Alfredo López, pidió “ser estrictos” en el ahorro de electricidad y destacó el aumento previsto para el próximo año de energía procedente de fuentes renovables.
Cuba, que en 2016 entró en recesión por primera vez en 23 años al decrecer su economía en 0.9 %, quiere reducir su dependencia energética de los combustibles fósiles a la vez que busca nuevas alternativas de suministro petrolero por la drástica reducción de los envíos subsidiados de crudo que recibe de Venezuela.