El general norcoreano Kim Yong Chol, exjefe de inteligencia de Corea del Norte y considerado mano derecha del líder de ese país, Kim Jong-Un, arribó hoy a Nueva York a fin de sostener una serie de reuniones con el secretario de Estado estadunidense, Mike Pompeo.
Reporteros locales consignaron la entrada de Kim Yong Chol a un hotel en la zona media de Manhattan, donde aparentemente se reunirá para cenar con Pompeo, y ambos mantendrán nuevas reuniones el jueves.
La intención de las reuniones es negociar las condiciones para celebrar una cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano a fin de negociar la desnuclearización de la península de Corea.
La reunión sucedería luego de que Trump anunció la cancelación de la cumbre que había sido previamente programada para el próximo 12 de junio en Singapur.
Apenas un día después de cancelar la reunión por las expresiones de “enojo y abierta hostilidad” de Pyongyang, Trump afirmó que la reunión aún podría realizarse.
En torno a la reunión, el organismo civil Human Rights Watch (HRW) destacó que Estados Unidos, la ONU y la comunidad internacional deben mantener la presión a Corea del Norte para que garantice el respeto de los derechos básicos de sus ciudadanos.
“En un país que a menudo se describe como el más represivo del mundo, los derechos humanos deben ser un tema central de todas las discusiones y negociaciones”, dijo Brad Adams, director para Asia de HRW.
Adams añadió que cualquiera que sea el resultado de las conversaciones nucleares, las sanciones relacionadas con los derechos humanos deberían permanecer vigentes hasta que el gobierno de Corea del Norte cambie el trato a su pueblo.