China pidió este viernes a Estados Unidos y Corea del Norte que aprovechen la “oportunidad histórica” abierta en los últimos meses y celebren una cumbre, luego de que el presidente estadunidense Donald Trump suspendió el encuentro previsto para el 12 de junio en Singapur.
“En las actuales circunstancias, esperamos firmemente” que ambas partes “puedan valorar los recientes avances positivos” y “sigan comprometidos” en la búsqueda de un acuerdo, señaló el vocero del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Lu Kang.
En este sentido, el primer viceministro de Relaciones Exteriores de Norcorea, Kim Kye Gwan, dijo que Pyongyajng está dispuesta a sentarse con Estados Unidos en cualquier momento para establecer conversaciones para resolver los problemas que existen entre ellos.
Kim Kye Gwan señaló que las iniciativas norcoreanas para poner fin a las hostilidades y la desconfianza de décadas enteras con Estados Unidos cuentan con el respaldo de la comunidad internacional.
Los preparativos de Corea del Norte para la reunión entre los líderes estaban entrando en la fase final cuando Trump anunció su decisión de cancelarla, para sorpresa y lamento de Pyongyang, comentó.
Por otra parte, En una rueda de prensa en Beijing, la capital china, Lu Kang añadió que el gobierno sigue “animando a Corea del Norte y Estados Unidos a que mantengan un diálogo directo”.
Lu rechazó así que China haya podido tener alguna relación con el supuesto cambio de postura de Pyongyang que ha motivado el rechazo de Trump, y aseguró que seguirán “desempeñando un papel” en la promoción del diálogo.
Además, China valoró el desmantelamiento de ayer del centro norcoreano de pruebas nucleares de Punggye-ri (al noreste del país), que Lu calificó como un “paso importante dado por Corea del Norte hacia la desnuclearización”.
En Seúl, el general Vincent Brooks, comandante de las Fuerzas Armadas Estadunidenses en Corea del Sur (USFK), consideró que la cancelación de la cumbre planeada con el líder Kim Jong-un, se trata de un retraso en lugar de una oportunidad “perdida”.
Brooks hizo tales comentarios en un seminario local, un día después de que Trump cancelara la cumbre, prevista para el 12 de junio en Singapur, citando una “enorme ira y hostilidad abierta” del régimen comunista.
Trump se refirió, aparentemente, al comunicado norcoreano del jueves contra el vicepresidente estadunidense, Mike Pence, por sus comentarios “ignorantes y estúpidos” sobre el régimen, llamándolo un “tonto político”.
Añadió que todos tenían grandes expectativas de que se celebrase una cumbre exitosa el 12 de junio, y que Corea no es la tierra de la calma matutina, sino la de la sorpresa matinal, según sus comentarios al inicio del seminario en Seúl.
El general comentó que no está preocupado por ello, porque la oportunidad no se ha perdido, sino solo retrasado.
Acotó que no hay que preocuparse de lo que ocurrió la noche pasada porque podría haber sido demasiado pronto para celebrar, y también demasiado pronto para rendirse, y que nunca hay que rendirse.
Los comentarios del comandante se añadieron a la creciente especulación de que Washington y Pyongyang siguen con las puertas abiertas para su diálogo de alto nivel sobre desnuclearización