El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, rechazó este lunes el pedido de Estados Unidos para que suspendan las elecciones del domingo próximo, en las cuales buscará la reelección.
“Los gringos están loquitos, pidiendo que se suspendan las elecciones. Me dicen que suspenda las elecciones de inmediato. Yo les digo: gringos imperialistas, váyanse para el carajo, que Venezuela se respeta, que Venezuela es una patria libre y soberana, que le pertenece a un pueblo consciente”, afirmó.
En una concentración proselitista en el occidental estado de Lara, como parte de su campaña por la reelección, Maduro replicó a los pedidos de varios gobiernos para que suspenda las elecciones y la advertencia de que sus resultados no serán reconocidos.
Horas antes, Maduro visitó el estado de Táchira, en la frontera con Colombia, donde fustigó a su par colombiano Juan Manuel Santos por haber dicho que desconocerá los resultados de las elecciones.
“Ellos ya saben (lo que pasará el domingo), su declaración va contra el pueblo. Les está diciendo a los millones de venezolanos que saldrán a votar que no los reconoce. No nos importa, Juan Manuel Santos, vete para el carajo, tú y tu oligarquía colombiana”.
Ratificó que “aquí está el pueblo venezolano, de pie y nos importa un carajo lo que piense la oligarquía de Bogotá”, afirmó.
Maduro no mencionó la reunión del Grupo de Lima en México, que hizo un último llamado a suspender las elecciones, por considerarla ilegitimas y carentes de legitimidad.
En la concentración en Lara, Maduro dijo a sus seguidores que si quieren un cambio económico y prosperidad deben votar con él, pues en un eventual segundo mandato hasta 2025 enfrentará a las mafias de la guerra económica.
“Al que le pise los callos que no se queje. Voy con todo, voy a la carga”, dijo y acusó a los empresarios de que fijan los precios de bienes de consumo como les da la gana.
“Dénme el voto el 20 de mayo y verán a un Nicolás Maduro poniendo orden, acabando con las mafias de la economía”, agregó.
Maduro introdujo en 2013, cuando llegó al poder tras la muerte de Hugo Chávez, el término de guerra económica, de la que acusó a empresarios y opositores para dañar al gobierno.
Cinco años después, sigue acusando a la guerra económica de los problemas del país, agravados por le hiperinflación y la recesión y que los venezolanos padecen en un prolongado desabastecimiento de bienes de consumo.
Maduro enfrentará en las elecciones al opositor Henri Falcón, quien rechazó sumarse al boicot de la principal coalición opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD); al pastor evangélico Javier Bertucci, y al exchavista Reinaldo Quijada.