El presidente de Francia, Emmanuel Macron, recibió este jueves el Premio Carlomagno, luego de la celebración de una misa en el Día de la Ascensión en la catedral de Aquisgrán.
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La directiva de la histórica institución que otorga el galardón en la ciudad alemana de Aquisgrán, situada en la frontera de Alemania con Holanda y con Bélgica, ha destacado la “visión enérgica y poderosa de Europa” de Macron y su lucha contra todo tipo de nacionalismos y aislamientos.
La canciller federal de Alemania, Ángela Merkel, pronunció el discurso laudatorio en la sala de la Corona en el Ayuntamiento ante invitados de alto nivel como el Rey de España y los jefes de estado y de gobierno de Ucrania, Luxemburgo, Bulgaria, Croacia y Lituania.
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En su discurso, Macron describió su visión de la Unión Europea (UE) en 2030 y 2050, y dijo que para esta nueva Europa se necesita un eje franco-alemán fuerte que sostenga está idea de integración ampliada.
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“Tenemos que mantenernos unidos en un momento histórico para Europa. Europa es la responsable de garantizar el orden multilateral que se creó después del final de la Segunda Guerra Mundial; un orden que está en peligro hoy en día”.
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Macron ha subrayado que es necesario poner todos los esfuerzos en conseguir una Europa “más fuerte, más unida, más soberana y más democrática”.
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Después de la entrega del galardón, Merkel, Macron y el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, sostuvieron un encuentro trinacional para hablar, entre otros temas, de la crisis en el Este de Ucrania.
Las medidas de seguridad se incrementaron en esta edición del Premio Carlomagno. Un grupo de activistas anti-nucleares se manifestó frente a la localización de la ceremonia, debido a la proximidad de la central belga de Tihange, que está situada a unos 80 kilómetros de Aquisgrán.
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Desde su fundación en 1950, el Premio Carlomagno lo han recibido personalidades tan dispares como el Papa Francisco (2016), Donald Tusk (2010), Jean-Claude Juncker (2006), Tony Blair (1999) y Vaclav Havel (1991).
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Los fundadores del premio fueron un pequeño grupo de políticos conservadores, catedráticos y empresarios que en 1949 determinaron los criterios para el galardón: “los avances de la humanidad siempre surgen de personalidades geniales”. En teoría estos deben ser los destinatarios del premio.