El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió una rápida acción este lunes en respuesta a un “brutal” ataque con armas químicas en Siria, pareciendo sugerir una posible intervención militar en el conflicto.
Hablando en una reunión con jefes militares y asesores de seguridad nacional, Trump afirmó que tomaría una decisión la noche del lunes “o poco después”, agregando que su país tenía “muchas opciones militares” sobre Siria.
“Pero no podemos permitir atrocidades como las que todos presenciamos (…) no podemos dejar que eso ocurra en nuestro mundo (…) especialmente cuando podemos, debido al poder de Estados Unidos, el poder de nuestro país, podemos detenerlo”, aseguró el mandatario estadounidense.
Lo que se cree fue un ataque con armas químicas la noche del sábado mató al menos a 60 personas y más de 1.000 resultaron lesionadas en varios sitios de Douma, una ciudad cercana a la capital Damasco, según una organización de ayuda siria.
Dos días después, la Casa Blanca aún sólo podía decir que el ataque cumple con los patrones de uso de armas químicas del presidente sirio, Bashar al-Assad.
Evaluaciones preliminares de Estados Unidos hasta ahora no han podido determinar de forma concluyente qué materiales fueron utilizados en el ataque y no podía asegurar con 100 por ciento de certeza que las fuerzas del gobierno de Assad fueran las responsables.
Consultado más temprano el lunes en una reunión de gabinete si el presidente ruso, Vladimir Putin, tenía alguna responsabilidad por el ataque, Trump aseguró: “Podría, sí, podría. Y si lo tiene va a ser muy duro, muy duro”.
El domingo, el mandatario estadounidense criticó a Putin nombrándolo a través de Twitter en momentos en que denunciaba a Rusia e Irán por respaldar “al animal Assad”.
La embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Nikki Haley, afirmó que Washington “responderá” al ataque sin importar si el Consejo de Seguridad del organismo actúa o no.
El Gobierno sirio y su aliado Rusia han negado estar involucrados en el hecho.
Grupos internacionales liderados por la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPCW, por su sigla en inglés) intentaban esclarecer lo ocurrido en Douma, una localidad mantenida por los rebeldes en el este del distrito de Guta.
El conflicto en Siria se complicó aún más el lunes cuando aviones no identificados atacaron una base aérea siria cerca de Homs, matando al menos a 14 personas, incluyendo personal iraní. Siria y Rusia acusaron a Israel del hecho.
Israel, que ha atacado instalaciones del Ejército sirio muchas veces en el curso de la guerra civil de su vecino que ya se prolonga por siete años, no ha confirmado ni negado estar detrás del ataque.
Pero los funcionarios israelíes dijeron que la base aérea Tiyas, o T-4, está siendo usada por tropas de Irán y que Israel no aceptará que su archienemigo tenga tal presencia en Siria.
Los incidentes en Douma y Tiyas demostraron la naturaleza variada del conflicto sirio, que comenzó en marzo de 2011 como un levantamiento contra Assad y que ahora involucra a una serie de países y varios grupos insurgentes en una red de alianzas.