El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva no acatará la orden del juez Sergio Moro para entregarse este viernes antes de las 17:00 horas locales a la policía, informaron fuentes cercanas al exmandatario, que presentó un recurso de urgencia para evitar su ingreso a prisión.
El ex presidente del Partido de los Trabajadores (PT), Rui Falcao, hombre próximo a Lula da Silva, rechazó que vaya a entregarse, una postura que el propio ex presidente habría confirmado a algunos diarios.
En tanto, los abogados de Lula presentaron un nuevo pedido de habeas corpus al Superior Tribunal de Justicia para revertir la orden del juez Moro, al calificarla de “inconstitucional e ilegal”.
El ingreso en prisión de Lula da Silva parecía inminente después de que el juez Moro, figura destacada de la Operación Lava Jato, ordenara sorpresivamente ayer su entrega a la policía federal en la ciudad de Curitiba, al sur del país.
La orden judicial, emitida horas después de que el Supremo Tribunal Federal (STF) denegó por seis votos a cinco el habeas corpus a Lula da Silva para evitar su prisión, provocó sorpresa en Brasil, incluso entre los abogados del expresidente, que estimaban que tendrían aún una opción de recurso a la condena por corrupción en segunda instancia.
Moro, quien dirige desde 2014 la cruzada judicial para combatir el mayor escándalo de corrupción conocido en la Historia reciente del país (la Operación Lava Jato), dijo en el oficio que Lula da Silva tiene hasta hoy a las 17:00 para entregarse.
Lula se encuentra en la sede del Sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, institución a las afueras de Sao Paulo que lideró hasta ser catapultado como figura política en la década de 1980 y 1990.
Presidente de Brasil por dos mandatos (2003-2010), Lula da Silva fue condenado en segunda instancia a 12 años y un mes por beneficiarse de una millonaria remodelación de un departamento de tres plantas en la localidad costera de Guarujá, en el litoral de Sao Paulo, a cambio de favores políticos a la constructora OAS.