El presidente estadunidense, Donald Trump, ordenó este jueves mantener censurados hasta 2021 miles de extractos de documentos sobre el asesinato de John F. Kennedy, y dijo que hay preocupaciones de “seguridad nacional” que le impiden cumplir su promesa de divulgar íntegramente “todos” los archivos sobre el caso.
Los Archivos Nacionales de Estados Unidos publicaron hoy en su página web 19 mil 045 documentos nunca vistos sobre el suceso histórico, la última entrega de un total de 47 mil 217 archivos divulgados desde el pasado octubre, pero indicaron que 15 mil 834 de esos textos contienen extractos censurados por orden de Trump, por motivos de seguridad.
Además, otros 520 archivos permanecieron en secreto por otras razones, incluida la presencia de materiales judiciales que necesitan la autorización de un magistrado.
En octubre, Trump autorizó que los Archivos Nacionales sacaran a la luz miles de documentos hasta entonces inéditos sobre el magnicidio, pero decidió retener algunos de ellos debido a las presiones de la CIA y el Buró Federal de Investigaciones (FBI).
Trump prometió entonces que acabaría publicando “todos” los archivos sobre el asesinato de ese presidente, y dio seis meses a su gobierno, hasta hoy, para que revisara las razones por las que habían decidido mantener ocultos ciertos documentos y minimizaran los extractos censurados con el fin de publicarlos cuanto antes.
Pero este jueves, en una carta enviada a los miembros de su gabinete, Trump dijo que está “de acuerdo con la recomendación” del director de los Archivos Nacionales de Estados Unidos David Ferriero, de que “seguir reteniendo (cierta información) es necesario”, y decretó que siga oculta hasta “como tarde el 26 de octubre de 2021”.
El presidente estadunidense justificó los extractos censurados en 15 mil 834 documentos por la necesidad de “proteger contra un daño identificable contra la seguridad nacional, la aplicación de la ley o la política exterior (de Estados Unidos) que es de tal gravedad que supera el interés público en la publicación inmediata” de esas páginas.
“Ordeno a las agencias (federales) que revisen de nuevo cada uno de los extractos censurados a lo largo de los próximos tres años” y publiquen lo máximo posible, indicó Trump.
A la CIA y al FBI les preocupa que los archivos censurados expongan “la identidad de individuos” que fueron sus “informantes” y que pueden seguir vivos hoy; y que detallen “actividades que se llevaron a cabo con el apoyo de organizaciones extranjeras aliadas”, según explicaron en octubre pasado a los periodistas fuentes oficiales.
Con la excepción de los documentos aún censurados, los historiadores y expertos en Kennedy no creen que las páginas que se han publicado en los últimos meses contengan ningún bombazo.
Eso se debe a que un comité especial ya revisó hace dos décadas esos mismos documentos y clasificó la mayoría como “no relevantes”, por no estar directamente vinculados al asesinato.
No obstante, una ley estadunidense de 1992 ordenó al gobierno publicar todos los archivos inéditos sobre el caso en un plazo de 25 años, que se cumplió el pasado octubre, cuando Trump decretó su divulgación gradual con ciertas excepciones.
Muchos esperaban que Trump publicara todos los archivos debido a su afinidad a las teorías de la conspiración: hace años acusó al ex presidente Barack Obama de no haber nacido en Estados Unidos, y en 2016 sugirió que el padre del senador republicano Ted Cruz tuvo algo que ver con Lee Harvey Oswald, el presunto asesino de Kennedy.