Nicaragua evaluaba este miércoles un diálogo nacional para buscar salidas a la turbulencia desatada por una ola de protestas y violentos choques con la policía que dejaron 27 muertos, aunque aún no se fijó una fecha ni se conoce quiénes participarán.
Tras seis días de manifestaciones, enfrentamientos con la policía, saqueos y caos, no se registraban protestas ni barricadas en las rutas, con el tránsito congestionado típico de días laborales.
El gobierno aportó a la distensión al no reprimir una multitudinaria marcha el lunes, con la liberación el martes de los detenidos durante las manifestaciones y levantando el bloqueo a un canal de TV censurado.
Sin embargo, algunos nicaragüenses no se atreven aún a proclamar el fin del clima de tensión.
“Vamos a ver cuánto nos dura esta calma. A mi hija no la voy a mandar a clases porque todavía no lo miro muy estable”, comentó el taxista Alan Saavedra, en Managua.
El gobierno anunció que este miércoles se reanudaban las clases en las escuelas, suspendidas desde el jueves pasado por los enfrentamientos y bloqueos en las calles.