Estados Unidos ordenó este lunes a los familiares de los diplomáticos estadunidenses en Nicaragua que abandonen el país debido a la crisis que ha dejado al menos 27 muertos, y autorizó a los funcionarios que lo deseen a salir también de la nación centroamericana.
En un comunicado, el Departamento de Estado indicó que “ordenó la salida de los miembros de familias de personal del Gobierno de Estados Unidos y autorizó la salida del personal del gobierno de Estados Unidos”.
Al menos 27 personas han muerto y más de 100 han resultado heridas en cinco días en Nicaragua, donde también se han producido saqueos a comercios y daños a la propiedad pública en el contexto de unas protestas desatadas por una reforma a la seguridad social.
El gobierno de Daniel Ortega derogó este domingo esa reforma para tratar de contener la violencia, pero la tensión sigue en el ambiente en Nicaragua, donde hay nuevos llamamientos a marchas.
“Las manifestaciones suscitan típicamente una fuerte respuesta (policial) que en el pasado ha incluido el uso de gas lacrimógeno, gas pimienta, balas de goma y munición contra los participantes, y en algunos casos ha degenerado en saqueos, vandalismo e incendios provocados”, indica la nota del Departamento de Estado.
Este domingo, Estados Unidos llamó a un “diálogo amplio” que incluya a todos los sectores de la sociedad para resolver el conflicto actual, restaurar el respeto por los derechos humanos y lograr un futuro “mejor y más democrático” para todos los nicaragüenses.
“El gobierno de los Estados Unidos lamenta la pérdida de vidas y las lesiones sufridas en Nicaragua durante las protestas de sus ciudadanos”, señaló en un comunicado la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
“Condenamos la violencia y el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía y otras personas contra los civiles que ejercen su derecho constitucional a la libertad de expresión y reunión”, continuó Nauert.
Estados Unidos también pidió al gobierno de Daniel Ortega que permita a los periodistas “operar libremente y restablecer toda la cobertura televisiva” e instó a los dirigentes nicaragüenses a realizar una investigación independiente y enjuiciar a los responsables de las muertes.