Estados Unidos condenó el domingo el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía durante las protestas en Nicaragua, que dejan al menos 24 personas muertas; a la vez que pidió al gobierno permitir a los periodistas realizar su trabajo libremente.
La violencia se desató en la capital Managua el miércoles después de que la policía interviniera durante las protestas contra una reforma al sistema de pensiones aprobada por el presidente Daniel Ortega. Las manifestaciones se propagaron a otras ciudades del país.
El departamento de Estado lamentó en un comunicado la pérdida de vidas en Nicaragua y pidió a las autoridades juzgar a los responsables.
“Condenamos la violencia y excesiva fuerza utilizada por la policía y otros contra civiles que ejercen su derecho constitucional a la libertad de expresión y reunión”, señala la nota oficial.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) indicó a la AFP que confirmó con las familias de las víctimas la muerte de 24 personas involucradas en las protestas.
Entre los muertos, se incluyen estudiantes, policías y simpatizantes del gobierno -acusados de atacar a los manifestantes- así como el periodista Miguel Ángel Gahona, quien sufrió el sábado un impacto de bala mientras cubría los choques entre manifestantes y fuerzas del orden en la ciudad de Bluefields.
Antes de la muerte de Gahona, los periodistas denunciaron agresiones, detenciones temporales y el robo de sus equipos, mientras el gobierno suspendió las transmisiones de cuatro televisoras independientes, aunque actualmente solo una permanece fuera del aire.
“También instamos al gobierno nicaragüense a permitir a los periodistas trabajar libremente y restaurar las transmisiones de toda la cobertura televisiva”, indicó el departamento de Estado.
Asimismo, urgió al gobierno a iniciar “una investigación independiente y juzgar a los responsables de las muertes” en las violentas protestas y a “un diálogo amplio que involucre a todos los sectores de la sociedad para resolver el conflicto”.