La organización terrorista ETA reconoció días antes de su disolución “el daño causado” y su “responsabilidad directa” en el “sufrimiento desmedido” que ha vivido la sociedad vasca.
En un comunicado difundido a través de los diarios Gara y Berria, la organización afirma que “lo siente de verdad” y pide “perdón” a las víctimas “que no tenían participación directa en el conflicto”.
La banda, que se disolverá el primer fin de semana de mayo, admite que en estas décadas de terrorismo la sociedad vasca ha padecido un “sufrimiento desmedido”, acompañado de “mucho dolor”, incluidos “muchos daños que no tienen solución”.
“Queremos mostrar respeto a los muertos, a los heridos y a las víctimas que han causado las acciones de ETA, en la medida que han resultado damnificados por el conflicto”, reza el comunicado de la organización, que se declara comprometida con la “superación” y la “no repetición” del conflicto.
“A consecuencia de errores o de decisiones erróneas, ETA ha provocado también víctimas que no tenían una participación directa en el conflicto, tanto en Euskal Herria como fuera de ella. Sabemos que, obligados por las necesidades de todo tipo de la lucha armada, nuestra actuación ha perjudicado a ciudadanos y ciudadanas sin responsabilidad alguna”.
“También hemos provocado graves daños que no tienen vuelta atrás. A estas personas y a sus familiares les pedimos perdón. Estas palabras no solucionarán lo sucedido, ni mitigarán tanto dolor. Lo decimos con respeto, sin querer provocar de nuevo aflicción alguna”.
En el documento asegura respetar y entender que “muchos consideren y expresen que nuestra actuación ha sido inaceptable e injusta”, pero de inmediato añade que “para otros muchos también han sido totalmente injustas, pese a utilizar el disfraz de la ley, las acciones de las fuerzas del Estado y de las fuerzas autonomistas que han actuado conjuntamente”.
“Tampoco esos ciudadanos y ciudadanas merecen ser humillados”, señala, ya que considera que, “de lo contrario, deberíamos interpretar que ha existido un daño justo que merece aplauso”.
Por eso, insta a que todas las partes reconozcan su responsabilidad en el conflicto y el daño causado. “Nadie puede cambiar el pasado, pero una de las cosas más perjudiciales que se podría hacer ahora sería intentar desfigurarlo o ocultar determinados episodios”, indica.
“Reconozcamos todos la responsabilidad contraída y el daño causado. Pese a no tener ni el mismo punto de vista ni los mismos sentimientos, todos deberíamos reconocer, con respeto, el sufrimiento padecido por los demás”, opina.
Así, subrayan que “la reconciliación es una de las tareas a llevar a cabo” en Euskadi, “algo que en su medida se está produciendo con honestidad entre la ciudadanía”.
“Es un ejercicio necesario para conocer la verdad de modo constructivo, cerrar heridas y construir garantías para que ese sufrimiento no vuelva a suceder”, señala la banda, que insiste en que debe darse “una solución democrática al conflicto político” para “construir la paz y lograr la libertad en Euskal Herria”.
El 17 de marzo de 2017 ETA anunció su desarme definitivo de manera unilateral y sin condiciones.