Un grupo rebelde sirio en una parte asediada de Guta Oriental dijo este viernes que intentará negociar el fin de la ofensiva del ejército en la zona, mientras los insurgentes se retiraban de otro enclave cercano.
Poner fin al control opositor en Guta Oriental, cerca de la capital Damasco, significaría el mayor golpe del presidente sirio, Bashar al-Assad, a los rebeldes desde que fueron expulsados de Alepo en diciembre de 2016.
Wael Alwan, portavoz del grupo Failaq al-Rahman, dijo que habrá una reunión con negociadores rusos este viernes. No pudo decir si las conversaciones llevarían a una retirada de los combatientes, pero afirmó al canal de televisión Al-Hadath que “hoy es una sesión para buscar una solución que termine este sufrimiento humano, cualquiera sea el costo”.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que una delegación de Failaq al-Rahman dejó el enclave el viernes por la mañana, en un momento de tregua tras unos ataques aéreos y avances de fuerzas progubernamentales que continuaron después del plazo del cese del fuego de medianoche.
El asalto del ejército sirio sobre Guta Oriental, el último gran bastión rebelde cerca Damasco, ha sido uno de los más intensos en la guerra de Siria, que dura siete años ya.
Los rebeldes de Guta Oriental ahora solo retienen el poblado de Duma, bajo el control de Jaish al-Islam, y otro reducto que incluye a Ein Terma, Arbin y Zamalka, en manos de Failaq al-Rahman.