Un nuevo artefacto estalló está madrugada en un centro de reparto de la empresa de paquetería Federal Express en la localidad de Schertz, el quinto incidente de su tipo en las inmediaciones de la capital texana.
Al menos una persona resultó herida a raíz del estallido, y las autoridades ya investigan si la explosión está relacionada con los cuatro incidentes previos, que hasta el momento han causado la muerte de dos personas y lesiones a una mujer de 75 años.
Entre las agencias que participan en la averiguación se encuentra la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la administración de Tabaco, Armas de fuego y Explosivos (ATF).
Apenas el domingo, un artefacto detonado en el suroeste de Austin, Texas, lesionó a dos hombres jóvenes que circulaban en bicicletas y fue activado por un cable colocado camuflado para mezclarse con el entorno.
De la misma forma las autoridades están investigando si la cuarta explosión fue obra de la misma persona responsable de las otras tres explosiones que se han registrado en Austin desde el pasado dos de marzo.
Las primeras tres bombas se dejaron como paquetes en las puertas de tres casas. La primera explosión, el dos de marzo, mató a Anthony Stephan House, un afroamericano de 39 años. El segundo atentado registrado el 12 de marzo, mató a Draylen Mason, un adolescente también afroamericano de 17 años y dejo lesionada a su madre de 40 años.
La tercera explosión ocurrió también el 12 de marzo y lesionó gravemente a una mujer hispana de 75 años. El hecho de que las victimas hasta antes del último atentado fueran todas miembros de las minorías, motivó sospechas de que pudieran tratarse de un “crimen de odio”.