Víctimas del sacerdote pederasta Fernando Karadima anunciaron este lunes que testificarán ante un enviado del Vaticano, que llegará a Chile durante este mes para investigar a un obispo acusado de haber encubierto los abusos cometidos por el cura.
El arzobispo de Malta, Charles Scicluna, fiscal de la Congregación para la Doctrina de la Fe encargado de los delitos más graves cometidos dentro de la Iglesia, fue encomendado por el papa para investigar las denuncias sobre Juan Barros, obispo de la sureña ciudad de Osorno acusado de haber encubierto los abusos.
Karadima fue condenado en 2011 por el Vaticano a “retirarse a una vida de oración y penitencia”.
“A mí me llamaron desde la nunciatura del Vaticano para pedirme que testificara. Les dije que no podía ir a Chile y me dieron permiso para testificar por Skype delante de Scicluna, me dijeron que tenía que ser desde una parroquia desde acá (Filadelfia, Estados Unidos)”, dijo Juan Carlos Cruz, una de las víctimas de Karadima, a la chilena radio Cooperativa.
Cruz explicó que su declaración se realizará el 20 o el 21 de febrero. Otros dos denunciantes de Karadima declararían en Santiago.
Barros, de 61 años, fue un discípulo muy cercano de Karadima, un influyente sacerdote formador de obispos.
Siempre negó haber conocido los abusos cometidos por Karadima durante la década de los ochenta en una parroquia del exclusivo barrio de El Bosque, en Santiago, en un sonado caso que sacudió a la sociedad y a la Iglesia católica chilenas.
El papa Francisco nombró en 2015 a Barros como obispo de Osorno pese a las protestas de las víctimas, que lo acusan de haber estado presente cuando Karadima abusó de ellos. Agrupaciones de laicos de Osorno repudiaron entonces la nominación de Barros y exigen su renuncia.
Barros ya había manifestado recibir con “fe y alegría” la investigación ordenada por el papa.
El caso Barros empañó la visita que hizo el papa Francisco a Chile en enero pasado. El pontífice defendió a Barros, descartó que existan pruebas en su contra y calificó de calumnias las denuncias. Tras dejar Chile, pidió perdón por sus palabras.
Cruz afirmó haber enviado una carta al papa en 2015 en la cual denunció a Barros de haber encubierto los abusos de Karadima.
Unos 80 curas han sido acusados en Chile de pederastia, según la ONG estadounidense BishopAccountability.