El enclave rebelde de Guta oriental volvió a ser escenario el martes de bombardeos y disparos de cohetes, comprometiendo la “tregua humanitaria” cotidiana decretada en Siria por Rusia, gran aliado del gobierno de Bashar al Assad.
Después de una noche relativamente calma y la entrada en vigor a las 09:00 horas locales de esta tregua de cinco horas diarias, los ataques recrudecieron en este territorio del cual el gobierno controla dos tercios, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Siete civiles, entre ellos dos niños, murieron este martes, según el OSDH. “Obuses, bombas y barriles de explosivos fueron lanzados sobre el enclave rebelde”, añadió.
La agencia oficial siria Sana anunció, por su parte, que unos cohetes lanzados por los rebeldes contra Damasco dejaron un muerto y cinco heridos. Otros disparos de los insurgentes alcanzaron los pasillos humanitarios a nivel del campo de Al Rafidain, con el objetivo de impedir a los civiles abandonar la región, añadió la misma fuente.
El ejército ruso acusó el martes a los rebeldes sirios de lanzar una “ofensiva” contra las fuerzas del régimen de Al Assad en el enclave durante la “tregua humanitaria” decretada por Moscú.
“Durante la tregua humanitaria los combatientes de los grupos armados continuaron atacando las posiciones de las fuerzas gubernamentales” en Guta Oriental, para acto seguido “pasar a la ofensiva” en ese feudo rebelde cercano a Damasco, indicó el responsable del Centro ruso de reconciliación de los beligerantes en Siria, Yuri Evtuchenko, en un comunicado.
“Estas acciones se vieron acompañadas de intenso fuego de artillería y fuego de armas cortas”, señaló.
Moscú también acusó a combatientes rebeldes de haber disparado morteros en el pasillo humanitario entre Harasta y Duma. “Los proyectiles estallaron a 500 metros de un puesto de control” indicó el comunicado.