El Papa Francisco cuestionó este viernes el trato reservado a las empleadas del hogar, pidió reflexionar si son tratadas como personas o como animales, y llamó a los fieles católicos a la coherencia.
En el sermón de su misa matutina, celebrada en la capilla de la casa vaticana de Santa Marta, habló sobre muchas mujeres que “ganan el pan con su trabajo” doméstico, asegurando que muchas de ellas son “humilladas”.
Afirmó que alguno puede justificarse asegurando que nunca da cachetazos, pero llamó a pensar cómo se trata a estas empleadas. “¿Le pagas lo justo, le das vacaciones, es una persona o un animal que te ayuda en tu casa? Sólo piensen en esto”, invitó.
El mensaje de Jesús es incómodo y nos incomoda, porque desafía el poder religioso mundano y provoca las conciencias.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) 16 de febrero de 2018
Contó que una vez, hablando con un señor culto que explotaba a las empleadas del hogar, le hizo entender que se trata de un pecado grave porque son “como nosotros, imagen de Dios”, mientras él sostenía que eran “gente inferior”.
Recordó que durante la Cuaresma, el periodo de 40 días previos a la celebración de la Pascua católica, los fieles están invitados a hacer ayuno y pidió realizar esta práctica “con coherencia”, para no caer en la “penitencia incoherente”.
Instó a sonreír, para no hacer ver a los demás que se hace penitencia, porque se ayuna “para ayudar a los demás” y también para humillarse, por eso se debe pensar en los propios pecados, avergonzándose.
“Hoy se discute si damos una cama o no a los que vienen a pedirlo. ¿Mi ayuno llega para ayudar a los demás? Si no llega, es falso, es incoherente y te lleva en el camino de la doble vida. Hago como si fuese cristiano”, indicó.
“Si no puedo hacer una cosa, no la hago. Pero no hacerla incoherentemente, hacer solamente aquello que puedo hacer, pero con coherencia cristiana”, insistió.