Cientos de miles de residentes de Texas, al igual que el resto de Estados Unidos, comenzaron a votar este martes para elegir a sus próximos representantes políticos, incluyendo gobernador, senador, 36 representantes federales y múltiples cargos más.
Las urnas abrieron desde las 07:00 horas locales y permanecerán abiertas hasta las 19:00 horas en cientos de lugares públicos, como bibliotecas, escuelas y oficinas gubernamentales a lo largo y ancho de la entidad. En el área de El Paso, en el suroeste de Texas, la votación se inició una hora más tarde por diferente huso horario.
Durante el periodo de votación temprana, que se efectuó del 22 de octubre al pasado 2 de noviembre, más de 4.8 millones de personas votaron en los 30 condados más grandes del estado, superando la participación total de 4.7 millones de votantes en las elecciones intermedias de 2014, según informó la Oficina del secretario de Estado de Texas.
De acuerdo con esas cifras, las autoridades pronostican que este martes se registrará una participación récord para una elección de medio término. Para esta elección, Texas tiene un padrón electoral de más de 15 millones 750 mil votantes registrados.
En estas elecciones, los demócratas esperan que la oposición al presidente Donald Trump levante una “ola azul” de apoyo para ese partido, mientras que los republicanos están ansiosos por defender su ventaja en el Congreso y en la Legislatura de Texas.
La campaña estatal que más entusiasmo ha despertado es la disputa por el senado federal entre el actual representante federal demócrata Beto O’Rourke y el senador republicano Ted Cruz, quien busca su reelección.
O’Rourke ha ganado múltiples simpatizantes en todo el estado, pero en los últimos días Cruz incrementó su maquinaria política, para minar a O’Rourke, a quien ha presentado como un liberal extremista en un estado profundamente republicano.
Las encuestas mostraron que la disputa por el senado entre O’Rourke y Cruz será la elección más cerrada para un cargo de elección estatal en toda la historia reciente de Texas, donde los republicanos han ejercido un dominio absoluto en los últimos 24 años.
La campaña por el Senado ha ensombrecido a la competencia política por el cargo a gobernador entre el gobernador Greg Abbott, que busca su reelección contra la exsheriff del condado de Dallas, Lupe Valdez.
De acuerdo con las encuestas, Abbott llega a la elección con amplios márgenes a su favor por lo que no se prevé que será relecto sin ningún problema.
También en la elección de este martes, el vicegobernador Dan Patrick y el procurador general Ken Paxton se enfrentan a grandes desafíos de los opositores demócratas Mike Collier y Justin Nelson, respectivamente, al igual que los titulares republicanos en las oficinas de la contraloría, comisionado de tierras y comisionado de agricultura.
Texas cuenta con 36 escaños en la Cámara de Representantes en Washington, todos los cuales estarán en disputa en las elecciones de este martes, aunque no se esperan grandes sorpresas y se cree que la mayoría de los actuales legisladores federales obtendrán su reelección.