El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llega este jueves a Argentina como el gran protagonista de la cumbre de líderes del G20, marcada por el impacto de su guerra arancelaria en la economía mundial.
La reunión entre Trump y su par chino Xi Jinping domina la atención del evento que se extiende de viernes a sábado y que celebra los 10 años de existencia de este foro que reúne a economías desarrolladas y emergentes desde 2008.
Pero el encuentro en Buenos Aires del mandatario estadunidense con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, también cobró especial relevancia en las últimas horas, ante la profundización de las tensiones entre Moscú y Kiev.
Trump también se encontrará con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, con quien negocia un acuerdo comercial.
El multilateralismo en juego
El tiempo corre para que Estados Unidos incremente nuevamente sus aranceles a las importaciones desde China el 1 de enero y profundice así la “guerra comercial”.
“Tenemos dos presidentes que tienen una reunión bilateral y esperamos que establezcan los términos de negociaciones futuras”, expresó en Washington a la prensa argentina la titular del FMI, Christine Lagarde, quien abogó además por “un multilateralismo diferente (…) más enfocado en las personas”.
Los expertos no esperan que el encuentro Trump-Xi acabe con las tensiones entre las dos mayores economías del planeta. Pero estiman que será una buena señal de cara al futuro.
“Con el incremento previsto de aranceles de 10 a 25% el primero de enero sobre 200 mil millones de dólares de importaciones (de Estados Unidos) desde China, esta puede ser la última oportunidad de actuar. Con los dos países sintiendo los efectos adversos de los aranceles, hay razones para tener esperanzas” al menos de un “cese el fuego”, estimó Wendy Cutler, ex negociadora comercial norteamericana y vicepresidenta del centro de estudios Asia Society Policy Institute (ASPI) de Washington.
Por otra parte, Estados Unidos hará un movimiento comercial significativo en el marco de esta cumbre, al firmar el nuevo tratado comercial con México y Canadá, que reemplaza al NAFTA o TLCAN, rechazado por Trump luego de 24 años de vigencia.