Las autoridades fronterizas de Estados Unidos aseguraron este lunes que trabajan para agilizar el proceso de solicitud de asilo en el puesto aduanero de San Ysidro, San Diego, que está siendo reforzado por el Ejército y que fue clausurado a primera hora del día ante una posible avalancha de migrantes.
“Tenemos planes para aumentar el personal, localizar estructuras adicionales, identificar nuestras necesidades tecnológicas para realizar solicitudes y así aumentar nuestra capacidad de procesar individuos”, dijo Sidney Aki, director del puerto de entrada de San Ysidro de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés).
En los últimos días han llegado a Tijuana, justo al otro lado de la frontera con San Diego, miles de emigrantes que forman parte de la caravana que salió de Honduras el pasado 13 de octubre con el propósito de solicitar asilo en Estados Unidos.
#CDN Patrulla fronteriza refuerza vigilancia en puerto de entrada de San Ysidro saliendo de Tijuana y entrando a San Diego, EEUU. Imágenes cortesía de @VOANoticias pic.twitter.com/ADqNw8tqsu
— CDN 37 (@CDN37) 20 de noviembre de 2018
Sin embargo, ante el anuncio de la Casa Blanca la semana pasada de que, debido a la saturación de los puestos aduaneros, podrían pasar meses antes de que tuvieran la ocasión de pedir asilo, las autoridades se han puesto en guardia ante una posible entrada masiva por la fuerza.
De hecho, según informaron fuentes de la CBP que pidieron no ser identificadas, el cierre este lunes del acceso por San Ysidro se debió a informaciones que apuntaban a que un número sin identificar de migrantes planeaba entrar a la carrera por la aduana, aprovechando las vías de acceso para los vehículos.
Esta misma tarde, cuando las autoridades ya habían reforzado las barricadas en el punto de acceso y el tránsito había vuelto a la normalidad, media docena de personas intentó entrar al país corriendo entre los coches, aunque finalmente fueron detenidos por los agentes fronterizos.
Después de este incidente, algunos agentes se equiparon con material antidisturbios y se colocaron en formación frente a la entrada al lado estadunidense.
“Nuestra misión es identificar a viajeros potencialmente peligrosos que puedan suponer una amenaza a Estados Unidos, desde narcóticos a individuos que quieran cruzar la frontera sin los documentos apropiados”, explicó Aki.
De acuerdo con el funcionario, en estos momentos, las autoridades están procesando unas cien solicitudes de asilo al día en este puerto de entrada, considerado uno de los más transitados del mundo.
Aparte, las Fuerzas Armadas estadunidenses continúan colaborando con la CBP y con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) en las tareas de refuerzo de las infraestructuras fronterizas.
Esta es la única misión de las tropas en la zona, recalcó el capitán Guster Cunningham III, portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos.
El militar insistió en que el Pentágono no está colaborando en tareas de control policial y subrayó que, por lo tanto, no espera que los soldados entren en contacto con inmigrantes que intenten acceder ilegalmente al país.
El capitán aseguró incluso que ni siquiera los abundantes helicópteros militares que desde hace días sobrevuelan la zona fronteriza están llevando a cabo tareas de vigilancia.
Según los últimos datos divulgados por el Pentágono, en estos momentos unos 5 mil 900 militares se encuentran desplegados en la frontera sur de Estados Unidos colaborando con las autoridades fronterizas.
En California, indicó Cunningham, están desplegados unos mil 500 “soldados, marineros e infantes de marina” y por el momento no se ha solicitado el envío de refuerzos.