El arzobispo canadiense Leonardo Marin Saavedra dijo hoy en México que su proyecto de llevar integrantes de la caravana migrante de centroamericanos a su país puede contar con la anuencia del primer ministro Justin Trudeau.
“No sabemos si Canadá diga que no, pero creo que Trudeau va a decir que sí. Es una idea, es un proyecto que puede prosperar, pero es parte de un proceso y ahora mismo no es una realidad”, apuntó el arzobispo en Tijuana, donde se reagrupa la caravana de migrantes que salió hace un mes de Honduras.
Marin Saavedra explicó que el plan que mandará en una semana al Gobierno canadiense contempla “crear un puente aéreo México-Canadá, un traslado en barco hasta Vancouver o pedir permiso a Estados Unidos para cruzar vía terrestre en autobuses”.
“Estoy dispuesto a hacer esta sugerencia al Gobierno de Canadá y sé que ellos ya conocen la iniciativa”, añadió el sacerdote en una rueda de prensa.
Explicó que por el momento los migrantes tienen que esperar en México al menos unos cuatro meses “porque las condiciones climáticas en Canadá por el invierno son muy severas”.
Asimismo se debe saber qué personas quieren reiniciar su vida en Canadá, porque muchos tiene familia en Estados Unidos y su intención es reunirse con ellos.
El arzobispo dijo que no se trata de “negociar con nadie” sino de mostrar una realidad tanto al Gobierno de Canadá como a los migrantes de que este éxodo de personas es una emergencia en la cual pueden ayudar.
Marin Saavedra indicó que Canadá tiene la capacidad para recibir a millones de migrantes y mencionó que hay otros países en el mundo como Suecia, Noruega, Nueva Zelanda y Australia que pueden recibir a migrantes.
Recordó que Canadá recibió en los últimos años, en Vancouver, a unas 35 mil personas provenientes de Siria.
Anticipó que el miércoles se reunirá con el sacerdote y activista Alejandro Solalinde, cercano al próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para buscar ayudar a los centroamericanos.
La caravana está a la espera de reagruparse para formar nuevamente el grupo de 5 mil migrantes que entró a México el 19 de octubre para tomar una decisión sobre su futuro, si piden asilo político en Estados Unidos o refugio en México.
Otros grupos permanecen disgregados por territorio mexicano en la ciudades de Mexicali, cercana a Tijuana, y Ciudad de México además de los que pidieron asilo en Tapachula, Chiapas.