El juez que dirige el proceso en Nueva York contra Joaquín “El Chapo” Guzmán se mostró este miércoles muy crítico con el polémico alegato inicial de la defensa del narcotraficante, pero rechazó una moción de la Fiscalía para invalidarlo por completo.
En su primera intervención, este martes, uno de los abogados de Guzmán había acusado al actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, y al anterior, Felipe Calderón (2006-2012) de recibir “sobornos” del narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada.
Según el abogado del Chapo, Jeffrey Lichtman, Zambada es quien está realmente detrás de los delitos que se atribuyen a Guzmán como presunto líder del cartel de Sinaloa.
Hoy, el juez Brian Cogan recriminó a Lichtman por lanzar acusaciones contra los gobiernos de México y Estados Unidos sin pruebas y apartándose del eje central del caso.
“Esto tiene que terminarse”, dijo el magistrado, que sin embargo consideró que la solicitud de los fiscales para invalidar el alegato inicial de la defensa era demasiado “radical”.
En su lugar, Cogan advirtió al jurado que lo dicho en esas introducciones no constituye una prueba en ningún caso y es una mera indicación de las intenciones de cada parte a lo largo del proceso.
Lichtman terminó al inicio de esta segunda jornada su alegato inicial, insistiendo en que el caso contra el Chapo es una tapadera diseñada para no ir en contra de los verdaderos líderes del narcotráfico en México.
El abogado recordó que mientras Guzmán huía de las autoridades mexicanas tras su segunda fuga de prisión, Zambada estaba “cómodo evadiendo su captura”.
Lichtman recalcó el gran “mito” creado alrededor de la figura del Chapo, señalando anécdotas como que los agentes que lo capturaron supuestamente le pidieron firmar billetes de 100 dólares para tener su autógrafo.
Según el abogado, a Guzmán le gustaba esa “notoriedad” de la que disfrutaba y, de ahí, que por ejemplo concediera una entrevista al actor Sean Penn, cuando realmente no era el narcotraficante que se piensa.
Además, Lichtman centró buena parte de su discurso en advertir al jurado de la supuesta falta de credibilidad de los testigos que planea llamar a declarar la Fiscalía, muchos de ellos narcotraficantes con penas de cárcel.
Según insistió, estos van a amoldar sus testimonios a los deseos de las autoridades para tratar de ver recortadas sus penas y no son personas de fiar en absoluto.
El Chapo se enfrenta a la petición de cadena perpetua de la Fiscalía por transportar a Estados Unidos desde México toneladas de drogas durante más de dos décadas, así como asesinar a sus rivales para hacerse con el control del narcotráfico en Sinaloa.