El Papa aseguró que los corruptos “venden a la madre”, “venden la pertenencia a una familia” y “a un pueblo”, en un libro-entrevista sobre la Virgen que sale a la venta esta semana en Italia.
El texto, titulado “Ave María”, es producto de algunas conversaciones con Marco Pozza, sacerdote y capellán de la cárcel de Padova. En el mismo, Francisco comenta la tradicional oración dedicada a María y algunos de sus pasajes fueron anticipados este lunes por la prensa italiana.
“(Los corruptos) buscan solamente el propio beneficio, económico, intelectual, político, de cualquier tipo. Hacen una elección egoísta, diría satánica: Cierran la puerta con llave desde adentro. Y María no puede entrar”, dijo el pontífice.
“Por esto, la única oración para los corruptos es que un terremoto los conmueva tanto como para convencerlos que el mundo no empezó y no termina con ellos. María es madre de todos nosotros los pecadores, desde el más al menos santo”, agregó.
Más adelante, reveló que imagina a la Virgen como una “muchacha normal”, una joven de hoy, educada normalmente, abierta a casarse y a formar una familia.
Aseguró que “María es la normalidad”, una mujer como tantas en el mundo que puede ser imitada y que no buscaba “cosas extrañas” en su vida, que trabajaba, hacía las compras, ayudaba a los hijos y a su marido.
Precisó que la normalidad es “vivir en el pueblo”, mientras alejarse de el propio pueblo lleva a caer en un pecado que “tanto le gusta a Satanás: el elitismo.
“Cuando hablo de élite no pienso en una clase social sino de una actitud del alma. Se puede pertenecer a una Iglesia de élite. La Iglesia es pueblo, el pueblo de Dios. Y al diablo le gustan las élites”, apuntó.