El ultraderechista Jair Bolsonaro ganó las elecciones presidenciales en Brasil con un 55,54 % de los votos válidos y sucederá al mandatario Michel Temer el próximo 1 de enero para gobernar el país hasta 2022.
De acuerdo a los resultados oficiales, cuando se ha escrutado el 94,44 de los votos, Bolsonaro ya es presidente electo pues su ventaja no puede ser recortada por el progresista Fernando Haddad, candidato del Partido de los Trabajadores (PT), quien obtuvo un 44,46 % de los votos válidos.
Bolsonaro, un capitán de la reserva del Ejército que defiende la dictadura que imperó entre 1964 y 1985 y es conocido por opiniones de talante racista, machista y homofóbico, estuvo al frente de todas las encuestas de opinión desde hace meses.
Haddad entró en campaña el pasado 11 de septiembre, cuando fue anunciado como sustituto de Luiz Inácio Lula da Silva, hasta ese momento candidato del PT pero vetado por la justicia electoral por su condición de presidiario, condenado a doce años por corrupción.
En la primera vuelta celebrada el pasado día 7, Bolsonaro ganó con un 46 % de los votos, y Haddad quedó en el segundo lugar, con un 29 %, entre un total de trece candidatos.
El pasado 6 de septiembre, en medio de la campaña para la primera vuelta, Bolsonaro fue apuñalado en medio de un mitin y permaneció hospitalizado durante 23 días.
Las heridas obligaron a los médicos a someterle a dos operaciones y lo mantuvieron hospitalizado durante 23 días, lo que interrumpió su campaña en las calles, que desde entonces se limitó a las redes sociales.
También debido a su situación de salud, desistió de participar en los cuatro debates que lo habrían enfrentado a Haddad en televisión durante la campaña para la segunda vuelta.
Haddad criticó esa postura, sobre todo después de que los médicos liberaron a Bolsonaro para estar presente en los debates.
Aún así, el candidato de la ultraderecha se escudó en su salud, aunque en algún momento también admitió que no participar en esos encuentros con Haddad respondía a una “estrategia política”.
Bolsonaro, de 63 años, es diputado desde hace casi tres décadas y ha sido elegido presidente en representación del Partido Social Liberal (PSL), una formación minúscula hasta ahora, pero que en las legislativas del pasado 7 de octubre consiguió 52 de los 513 escaños en la Cámara de Diputados.
El grupo del PSL sólo será superado en la próxima legislatura por el del PT, que tendrá 56 diputados en una cámara totalmente fragmentada y en la que estarán representados 30 partidos, que en su mayoría se han manifestado favorables a Bolsonaro.
El capitán se ha presentado a las elecciones con una fórmula totalmente militar, completada por el general de la reserva Hamilton Mourao, ahora vicepresidente electo y que, como Bolsonaro, enaltece en sus discursos a la última dictadura.
El presidente electo de Brasil ha prometido mano dura contra la delincuencia y permitir la venta de armas para civiles, así como ha anunciado una línea neoliberal en la economía, con privatizaciones y una fuerte disminución del tamaño del Estado.