Comentarios del exdirigente del grupo supremacista blanco Klu Klux Klan, David Duke, a favor de la candidatura del ultraderechista Jair Bolsonaro a la presidencia de Brasil generaron polémica con su rival, el socialista Fernando Haddad, quien lo acusó de tejer nefastas alianzas.
Duke, quien apoyó al presidente Donald Trump en Estados Unidos, señaló la semana pasada durante un programa de radio que el exmilitar brasileño “suena como nosotros, y también es un candidato muy fuerte, es un nacionalista”.
La víspera, el “Gran Mago” del Klu Klux Klan compartió en su cuenta de Twitter un comentario de otro usuario que decía que “Bolsonaro está listo” para ser presidente de Brasil y reproducía un video en el cual el diputado criticaba la enseñanza de conceptos sobre la homosexualidad en las escuelas.
Este martes, el diputado por el ultraderechista Partido Social Liberal rechazó cualquier “apoyo viniendo de grupos supremacistas”, y señaló que deberían “por coherencia” apoyar “al candidato de la izquierda, que adora segregar a la sociedad”, en relación a Haddad.
El candidato presidencial del Partido de los Trabajadores (PT), quien se encuentra 18 puntos por detrás de Bolsonaro en la intención de voto, aseguró a través de las redes sociales que el exmilitar ultraderechista “está sumando fuerzas. Hoy recibió el apoyo del Klu Klux Klan”.
“Tuitear y hacer live (videos en directo por Facebook) es fácil, diputado. Vamos a debatir frente a frente, con educación, en una enfermería si lo necesitas”, señaló Haddad en referencia al rechazo de Bolsonaro de participar en debates televisados.
“Quien habla con un poste es un borracho”, respondió Bolsonaro, quien añadió: “hay uno que está preso por corrupción y usted va todas las semanas a la cárcel a visitarlo íntimamente además de recibir órdenes”, en referencia al exmandatario Luiz Inacio Lula da Silva.
La campaña política en Brasil para el segundo turno registró algunos episodios de violencia que generaron alarma entre la prensa y algunos comentaristas políticos, pues en unos 10 días se produjeron alrededor de 70 incidentes vinculados al extremismo político.
En el más grave, un hombre afrodescendiente fue asesinado en un bar por una discusión política con un votante de Bolsonaro, que negó cualquier responsabilidad y pidió que los culpables sean procesados.
Asimismo, las últimas semanas hubo pintas con esvásticas en algunos edificios públicos del sur del país, algo que no es frecuente en Brasil, debido a su gran diversidad étnica.