El abogado Paul Manafort, exjefe de la campaña presidencial de Donald Trump, denunció al Departamento de Justicia y al fiscal especial Robert Mueller, que investiga la supuesta colusión con Rusia.
En su causa acusa a Mueller de excederse en su mandato, en un caso que podría torcer el rumbo de un escándalo que persiste como una nube negra sobre la Casa Blanca, un año después del triunfo electoral de Trump.
Manafort, que fue condenado a prisión domiciliaria hace dos meses por evasión fiscal y lavado de dinero, afirma que el fiscal especial recibió una autoridad excesivamente amplia para llevar a cabo su investigación sobre la presunta colusión con Rusia.
Además, alega que Mueller se alejó de su mandato al presentar cargos relacionados con su trabajo como defensor de intereses del ex presidente de Ucrania Viktor Yanukovich durante varios años, antes de sumarse a la campaña de Trump.
“Esta investigación sobre el señor Manafort está completamente separada de la jurisdicción original del fiscal especial para investigar lazos o coordinación entre el gobierno ruso y personas asociadas con la campaña” de Trump, señala la denuncia.
La relación de Manafort con Yanukovich “no guarda ninguna relación con la campaña presidencial de 2016 o con Donald Trump“.
Abogado que hizo fortuna como consultor político, Manafort fue reclutado para la campaña presidencial del magnate inmobiliario en junio de 2016, pero renunció apenas dos meses después cuando en Ucrania se supo que había recibido más de 12 millones de dólares de parte de Yanukovich.
El pasado 30 de octubre, Manafort fue acusado de lavado de dinero y evasión fiscal de los recursos recibidos de Yanukovich.
Manafort, de 68 años, alega que la relación con Yanukovich se dio a mediados de la década de 2000 y por lo tanto fuera del alcance de la investigación de Mueller.
Mueller, exdirector del FBI, fue nombrado por el fiscal general adjunto, Rod Rosenstein, para investigar en profundidad la presunta colusión entre el comité electoral de Trump y funcionarios rusos para influenciar el resultado de los comicios.
Esta denuncia puede perjudicar la capacidad de Mueller de investigar las finanzas del propio presidente Trump, en especial sus acuerdos comerciales con inversionistas rusos.
En julio pasado, el propio mandatario dijo que sus finanzas eran una “línea roja” que Mueller no debía cruzar.
Pero si fracasa, tal y como predicen la mayoría de los expertos, la demanda afectará las tentativas del Partido Republicano de desprestigiar a Mueller.