La primera ministra británica, Theresa May, reclamó este jueves en el Foro Económico de Davos a la comunidad internacional que impulse nuevas medidas para favorecer el libre comercio y el intercambio de servicios entre países.
“Francamente, demasiado a menudo nuestra retórica en favor del libre comercio aquí en Davos no se corresponde con nuestras acciones”, afirmó la primera ministra, que recalcó que el Reino Unido continuará siendo un “defensor global” de las transacciones sin barreras cuando abandone la Unión Europea (UE).
May, que tiene previsto reunirse en Davos con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asiste Foro Económico en un momento en el que el Reino Unido negocia con Bruselas su futura relación con la UE, que abandonará previsiblemente en marzo de 2019.
Theresa May dice que el Reino Unido tiene una larga historia de aprovechar el momento y crear progreso para todos https://t.co/2ZNzigXn5a #Davos2018 pic.twitter.com/4jlGeILJka
— euronews español (@euronewses) 25 de enero de 2018
Londres aspira a firmar un amplio acuerdo de libre comercio con los Veintisiete socios comunitarios restantes que incluya un “pasaporte” para que los bancos británicos puedan ofrecer sus servicios financieros en el resto de la Unión.
Al abordar el futuro de su país fuera del bloque, la primera ministra enfatizó que uno de sus principales objetivos será forjar nuevos acuerdos bilaterales “en todo el mundo”, tanto en materia de bienes como de servicios.
Ante esa serie de negociaciones que espera abordar en los próximos años, May criticó que el Acuerdo para Comercio de Servicios (TiSA, en inglés), que negocian más de 20 miembros de la OMC, continúa “estancado”.
La primera ministra resaltó asimismo en su intervención la importancia del sector tecnológico y los avances en el campo de la Inteligencia Artificial (IA) para el futuro de la economía británica.
Advirtió sin embargo de que es necesario que las grandes compañías tecnológicas incrementen sus esfuerzos para retirar de la red contenidos “nocivos”, como propaganda extremista y noticias falsas.
May afirmó que la presión de los inversores y accionistas sobre esas empresas puede jugar un papel fundamental a la hora de lograr que dediquen más recursos a cumplir con sus “responsabilidades sociales fundamentales”.
“Esas compañías no pueden sencillamente quedarse paradas mientras sus plataformas se utilizan para facilitar el abuso infantil, la esclavitud moderna y la divulgación de contenido terrorista y extremista”, argumentó.
El sector tecnológico ha hecho esfuerzos para acelerar los procesos con los que borran los contenidos ilegales y han levantado barreras para intentar evitar que ese material llegue a publicarse, admitió la primera ministra.
“Pero tenemos que ir más allá -puntualizó-, porque en último término ese contenido debe poderse eliminar de forma automática”, dijo May, que concluyó que las compañías tecnológicas cuentan con “las mentes más brillantes del mundo” para conseguirlo.