La Casa Blanca propuso este jueves al Congreso una reforma migratoria que permitiría legalizar a 1.8 millones de inmigrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños, conocidos como “dreamers” (soñadores), a cambio de 25 mil millones de dólares para reforzar la seguridad fronteriza.
Fuentes familiarizadas con las conversaciones informaron de los planes de la Casa Blanca para permitir acceder a la ciudadanía estadunidense a 1.8 millones de “soñadores”, una cifra mayor a los 690 mil actualmente protegidos actualmente por el programa DACA, que acaba en marzo por orden del presidente Donald Trump.