El ex presidente catalán Carles Puigdemont, destituido por el gobierno central español, afirmó este lunes en Copenhague que próximamente se formará un nuevo gobierno regional a pesar de las “amenazas” gubernamentales.
De aquí a fin de mes, el parlamento catalán dominado por los independentistas mantendrá en principio una sesión de investidura en la cual debatirá sobre la candidatura a distancia de Puigdemont, exiliado voluntariamente en Bélgica desde el 30 de octubre.
En la universidad de Copenhague, donde participaba este lunes en un coloquio sobre Cataluña, el dirigente separatista llamó a respetar el proceso democrático.
“La mitad de los Estados miembros de la Unión Europea (UE) nacieron en los últimos cien años gracias al principio de autodeterminación. Es tiempo de que la UE siga el ejemplo danés y reconozca el derecho democrático de autodeterminación”, indicó, en referencia al estatuto de las islas Feroe y Groenlandia, territorios autónomos daneses.
Es la primera vez que Puigdemont deja Bruselas desde su partida de España y su instalación en la capital belga, para escapar a los procedimientos judiciales de los que es objeto en su país.
Si regresa a España, sería inmediatamente detenido bajo la acusación de “rebelión” y “sedición”.
El juez español que instruye su caso rechazó este lunes lanzar una orden de arresto europea contra él, estimando que su desplazamiento a Dinamarca busca precisamente “provocar esta detención en el extranjero”, en el marco de una estrategia cuyo objetivo es dotarse de argumentos para ser investido, en ausencia, como presidente de Cataluña.
“Espero que algún día no muy lejano, la voluntad de nuestro pueblo prevalecerá y que seamos capaces de crear con éxito un nuevo Estado”, declaró Puigdemont en la capital danesa ante numerosos estudiantes y periodistas.