Más de 250 mil niños en Sudán del Sur están gravemente desnutridos y corren el riesgo de muerte inminente, advirtió la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Henrietta H. Fore.
La situación “es grave” en Sudán del Sur, “las necesidades humanitarias son enormes”, sostuvo la funcionaria en una declaración emitida este viernes, después de realizar una vista de dos días a algunas de las áreas más afectadas por la guerra civil en esa nación africana.
“Estamos muy preocupados de que un cuarto de millón de niños se enfrente a la muerte este año, antes de julio”, destacó.
La guerra, que estalló en 2013 después de que el presidente Salva Kiir acusó a su exdiputado Riek Machar de planear un golpe de estado, devastó la producción agrícola en el país de África oriental, refirió y explicó que la violencia hizo huir a muchos de los agricultores de sus campos.
“Temen cultivar y, como resultado, simplemente no hay alimentos en los mercados”, dijo y pidió acciones de emergencia para aumentar la seguridad alimentaria en Sudán del Sur, que ahora se dirige a la estación seca, lo que significa que habrá aún menos comida y menos agua para consumir.
“La desnutrición aguda y severa se está volviendo más fuerte”, enfatizó Fore.
El conflicto, que ha provocado la muerte de miles de personas y el desplazamiento de una cuarta parte de los 12 millones de habitantes del país, también ha afectado a más de la mitad de su población infantil, ya que unos 2.4 millones de niños se han visto obligados a huir de sus hogares desde que estalló la guerra.
Más de dos mil 300 menores han sido asesinados y otros 19 mil han sido reclutados en grupos armados, además de que se han documentado arriba de mil 200 casos de violencia sexual contra niños, y alrededor de 70 por ciento de los infantes no reciben educación por daños y cierre de escuelas.
A pesar de la crisis humanitaria catastrófica, las agencias de ayuda dicen que la entrega de los servicios de socorro se ha complicado por los ataques a los trabajadores y voluntarios en esas tareas, que se han cobraron la vida de 28 de ellos el año pasado.
En diciembre pasado, las partes en conflicto de Sudán del Sur firmaron un pacto de alto al fuego en Addis Abeba, capital de Etiopía, y acordaron permitir que la ayuda humanitaria llegue a los civiles atrapados en medio de los combates, pero la tregua ha sido violada repetidamente por ambas.