La Unión Africana (UA) y varios gobiernos de esta región tacharon este viernes de “racistas” los comentarios atribuidos al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en los que supuestamente se refirió como “agujeros de mierda” a varias naciones del continente junto a Haití y El Salvador.
“Son francamente racistas”, dijo Ebba Kalondo, portavoz del presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat, en conversación telefónica.
“No solo son alarmantes para la Unión Africana por su naturaleza racista sino porque, si son ciertos, serían aún más sorprendentes dada la realidad histórica de cómo muchos africanos llegaron a los Estados Unidos como esclavos”, añadió.
Kalondo aseguró que “los Estados Unidos han llegado a ser un ejemplo positivo global de cómo una nación puede construirse sobre la inmigración” y, por ello, lamentó que, incluso aunque estas declaraciones ya hayan sido negadas por el propio Trump, los comentarios no dejan de ser “preocupantes”.
“Hay un patrón de declaraciones y actos previos”, recordó la portavoz del organismo que congrega a 55 Estados africanos.
Para Kalondo, esta tendencia de la Administración Trump no solo contradice la tradición de los Estados Unidos respecto a la migración sino también los principios de la comunidad internacional.
“La migración no debería ser encuadrada en estos marcos, es un derecho humano. Es un derecho que muchos antecesores de estadounidenses tomaron para conseguir una vida”, recalcó.
La UA no es la única institución que ha expresado su descontento, ya que algunas naciones africanas se han referido al tema a título particular, como Sudáfrica y Botsuana.
Por su parte, el gobierno de Botsuana tildó las supuestas declaraciones de Trump de “altamente irresponsables, reprehensibles y racistas”, en un duro comunicado.
La polémica se desató este jueves, cuando el diario The Washington Post, difundió que Trump había llamado “agujeros de mierda” a El Salvador, Haití y varios países africanos, y sugirió que preferiría recibir en Estados Unidos más inmigrantes de Noruega en lugar de los de esas naciones.
Pese a que este viernes el mandatario negó la veracidad de la información y acusó a la oposición demócrata de haber inventado el rumor, la Casa Blanca había recibido ya duras quejas por parte de organismos como la ONU.