El Partido Socialista (PS) de Suiza, la Juventud Socialista y la ONG progresista Campax han iniciado campañas paralelas para impedir que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acuda al Foro Económico Mundial (FEM) de Davos, que se celebra del 23 al 26 de enero, pues no le consideran bienvenido en el país.
Trump llegará a la estación alpina para defender ante un foro tradicionalmente favorable a la globalización su mensaje proteccionista y promover los negocios, las industrias y los trabajadores estadounidenses.
En este marco el PS ha creado una página web en Facebook con el lema “Saludo de no bienvenida a Donald Trump”.
“Naturalmente puede venir el presidente de EEUU a Suiza, pero aún así no es bienvenido”, señala el PS, que explica que el partido se posiciona de lado de aquellos que defienden una sociedad abierta, solidaria y favorable al medioambiente.
Para los socialistas, “el sexismo, el racismo, el aislamiento, la negación del cambio climático y una política económica regresiva no hacen evolucionar ni a Suiza ni al mundo”.
“Y todo ello lo defiende la Administración Trump: es un peligro para el progreso, la seguridad y el medioambiente”, añade el PS bajo la etiqueta #TrumpNotWelcomeHere.
La Juventud Socialista va incluso más allá y aboga por ni siquiera dejar entrar a Trump en Suiza.
“Si el Gobierno suizo quisiera impedir la entrada de Trump, encontraría una manera de hacerlo”, sostuvo la responsable de los jóvenes socialistas Tamara Funiciello en declaraciones al diario Blick, en el que asegura que la recogida de firmas para pedir al Ejecutivo helvético una medida tan drástica “marcha bien”.
La ONG Campax, de ideología progresista, ha ideado igualmente una campaña en su página web denominada “Trump no es bienvenido: world first!” en contraposición a la política de “EEUU primero” que defiende el presidente estadounidense.
El reclamo para que los suizos firmen la petición es una fotografía de Trump sobre un fondo de logotipos del Foro Económico Mundial y la frase “acceso denegado”.
Mientras, los políticos suizos, sobre todo los miembros del Consejo Federal (Gobierno), consideran una “gran oportunidad” la llegada de Trump a Davos, e incluso se ha abierto un debate público sobre si debe ser el presidente de turno, Alain Berset, el que se reúna con el presidente estadunidense o mejor algunos consejeros claves.
El debate en torno a la cuasi “histeria” que ha desatado en Suiza el anuncio de la participación de Trump en el Foro de Davos incluso es de tipo protocolario.
Algunos medios se preguntan si cabe o no recibirlo a pie de pista cuando aterrice en el aeropuerto de Zúrich antes de ser transportado en helicóptero a la estación alpina.
En el plano de la seguridad, los medios auguran un considerable reforzamiento del operativo militar y policial que cada año se establece en torno a la celebración del FEM, si bien los máximos responsables aseguran estar tranquilos.
Afirman que el plan operativo no requerirá mayores ajustes que otros años solo por el hecho de que se trata del presidente estadounidense.
No en vano, el miércoles por la noche aterrizaron ya 26 miembros del equipo de seguridad de la Casa Blanca en Zúrich para analizar y coordinar, según el diario Blick, probablemente el concepto de seguridad para Davos.