En la ciudad vieja de Raqa, los combatientes de las Fuerzas Democráticas Sirias patrullan con los fusiles de asalto en bandolera en este barrio reconquistado a los yihadistas del Estado Islámico, que multiplican los contraataques.
Por todas partes, las construcciones fueron transformadas en montañas de hormigón y chapa destrozada. El olor de los cadáveres descompuestos llena el aire.
El viernes las FDS, una alianza de combatientes kurdos y árabes apoyada por Washington, anunciaron que reconquistaron el barrio en su totalidad, continuando su avance en Raqa, importante bastión de Estado Islámico en el norte de Siria.
Pero desde entonces, los yihadistas multiplican los contraataques para intentar reinstalarse en el sector.
Los aviones de la coalición internacional continúan sus ataques aéreos en apoyo a las FDS, que desplegaron sus francotiradores en las plantas superiores de los edificios para vigilar las inmediaciones del barrio.
Según Siamand, la organización extremista “multiplicará los ataques para intentar retomar la ciudad vieja, que estratégicamente es muy importante”.
Las FDS entraron en Raqa el 6 de junio y expulsaron a los yihadistas de más del 60% de la ciudad, controlada desde 2014 por los combatientes del EI.
La alianza kurdo-árabe ingresó a principios de julio en la ciudad vieja luego de que la coalición abrió dos brechas en el muro de Rafiqah, que rodea el sector.
No muy lejos se abandonaron coches acribillados de balas, en el lugar donde comienzan las callejuelas de la ciudad.
En un edificio, varios combatientes están instalados en el suelo. Uno de ellos, con la mirada clavada en una tableta, determina las posiciones en donde aún hay combatientes de EI, en una calle al sur del muro de Rafiqah.
Un poco más lejos, en una de las plantas de un edificio, un francotirador instala su arma en una ventana y se prepara a apuntar contra unos yihadistas que divisó, cerca de una torre de telecomunicaciones lindera a la ciudad vieja.
De lado a lado de las calles se instalaron telas blancas o rosas para bloquear la vista de los francotiradores de EI y proteger los movimientos de las FDS.
La ciudad vieja, sector histórico, es lindera a un barrio administrativo estratégico en el centro de Raqa, en donde se encuentra la ex sede de gobierno y de los servicios de inteligencia.
Las FDS ya definieron su próximo objetivo: unos silos para granos a casi un kilómetro de la ciudad vieja. Emboscados en un edificio no muy lejos de allí las combatientes kurdas de una unidad de protección de la mujer vigilan los movimientos de los yihadistas en ese sector.
En una ventana Biritan Joudi espera, el dedo en el gatillo con el arma apoyada en un cojín. “Esperamos las presas de EI para hacerles estallar la cabeza”, dice determinada la joven combatiente.