Alrededor del tema han surgido muchos interrogantes y pese a que al igual que una bomba atómica, una bomba de hidrógeno también presenta un riesgo masivo, cada una de ellas cuenta con un sistema de funcionamiento y un poder de destrucción diferente.
¿Cuál es la diferencia con las anteriores pruebas?
La energía generada por el ensayo de este domingo, el sexto de Corea del Norte, provocó un sismo de magnitud 6,3, según los servicios de meteorología surcoreanos, entre cinco y seis veces más que el temblor que provocó el test anterior, en septiembre en 2016.
Entonces, el régimen de Pyongyang no dijo que se tratara de una bomba de hidrógeno y el sismo que provocó fue de magnitud 5,3 con una descarga de 10 kilotones, menos que el de la bomba de Hiroshima, de 15 kilotones.
Corea del Norte realizó su primer ensayo nuclear en 2006. En enero de 2016, cuando hizo el cuarto, aseguró haber probado con éxito una bomba de hidrógeno, pero los expertos lo pusieron en duda por la debilidad de la explosión, de solo seis kilotones.
¿En qué se diferencian?
Su principal diferencia radica en el proceso que se requiere para que cada una de ellas logre liberar enormes cantidades de energía, fenómeno en la que radica su poder de destrucción.
Por un lado, la bomba atómica o bomba de fisión nuclear se basa en la división (fisión) de un núcleo atómico en dos o más núcleos pequeños generando consigo una reacción en cadena y la liberación de energía en forma de radiaciones gamma y energía cinética.
Por su parte, una bomba de hidrógeno o de fusión nuclear, consta de un proceso en el que varios núcleos atómicos de carga similar (en este caso particular de hidrógeno), se unen (fusionan) para formar un núcleo más pesado que desprende igualmente enormes cantidades de energía.
Sin embargo, para que se produzca tal reacción, es necesario un aporte considerable de energía que solo pude ser provisto por la detonación inicial de una bomba de fisión que funciona a manera de gatillo.
Como resultado de la radioactividad, se producen la fusión de deuterio y tritio, isótopos pesados del hidrógeno, y posteriormente, la fisión de isótopos de uranio.
¿Cuál es más potente?
La potencia o capacidad destructiva, energía liberada de una bomba atómica se mide en kilotones (un kilotón equivale a 1.000 toneladas de TNT). Se considera que el proceso de fisión que caracteriza a las bombas atómicas es más ineficiente y limitado.
Por su parte, debido a la complejidad en su estructura, las bombas de hidrógeno son generalmente mucho más poderosas que sus contrapartes atómicas. De acuerdo con ‘The Guardian‘, esto se debe a que la radiación que produce es más difícil de controlar y los expertos consideran que su potencia teóricamente es ilimitada.
Hasta el momento, la bomba de hidrógeno más potente es la bomba rusa Tsar, de 50 megatones (50 millones de toneladas de TNT), que fue probada en 1961. Su diseño inicial hacía factible una explosión de 100 megatones.
Con información de AFP y RT