La restauración de los servicios esenciales y el transporte de artículos de primera necesidad en Puerto Rico tras el azote del huracán María, ha logrado traer posiblemente la mayor presencia militar a la isla relacionada con trabajos de emergencia y alivio de desastres, según confirmaron este jueves fuentes oficiales.
Según detalló en rueda de prensa el director ejecutivo de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) local, Alejandro de la Campa, para atender las emergencias, el Departamento de Defensa estadunidense ha activado a miles de militares de diversas agencias federales.
Buques, portaaviones y otros recursos, según dijo De La Campa, ya se habían activado para Puerto Rico previo al ciclón, que dejó a toda la isla a oscuras por el colapso del servicio eléctrico y de telecomunicaciones, así como el servicio de agua y que 16 muertos.
De igual modo, oficiales activos e inactivos de la Guardia Nacional de Puerto Rico también se han unido a los esfuerzos brindando seguridad a los camiones que transportan combustible a las gasolineras, así como ofreciendo protección a las estaciones y llevando agua y comida a las regiones más necesitadas.
“Esta es la vez que mayores recursos se están solicitando a FEMA”, afirmó De La Campa en rueda de prensa, en la que Rosselló ofreció datos actualizados de la cantidad de gasolineras, hospitales y máquinas de retiro de dinero de los bancos operando.
“Esta presencia militar es una operación normal tras una emergencia”, aseguró De La Campa, quien mencionó que actualmente en la isla hay cuatro generales, “para que todas las operaciones que nunca se han dado, se den”.
Rosselló, por su parte, sostuvo que la ayuda militar fue solicitada por él en colaboración con FEMA, y cuyos esfuerzos son para el transporte, ingeniería y seguridad, entre otros componentes
“Tenemos generales, almirantes de alto rango con el compromiso de trabajar por Puerto Rico”, resaltó el jefe del Ejecutivo en la rueda de prensa.
Otra de las labores en conjunto entre el Gobierno de Rosselló y las autoridades federales han sido establecer radares provisionales militares al Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín de San Juan “para poder ayudar al esfuerzo de traer más aviones” y subir hasta 30 el número de vuelos diarios.
Del mismo modo, a través de FEMA, según destacó Rosselló, el Gobierno pudo activar los aeropuertos de Aguadilla y Ceiba para recibir aviones con suministros, y con el fin de “descongestionar el flujo aéreo” al aeródromo sanjuanero.
Ante esto, la Administración de Rosselló se propuso visitar entre hoy y mañana al bosque tropical El Yunque, al noreste de la isla, para “estabilizar” el principal radar externo del aeropuerto y así ayudar al flujo de vuelos comerciales.
“Se están haciendo un sinnúmero de esfuerzos del Gobierno con diversas capacidades”, resaltó Rosselló sobre las misiones de comida y agua que se han propuesto a llevar a los sectores más vulnerables de la isla.
“Todo esto es por una colaboración estrecha con componentes locales y federales. Han identificado lo que son grandes retos, mitigando y buscando solución”, subrayó el jefe del Ejecutivo.