La Cancillería de Panamá informó que Estados Unidos empezó a destruir las municiones químicas, sin detonar, que abandonó en una isla panameña del Pacífico tras la Segunda Guerra Mundial, por lo que se espera que retire todos los proyectiles antes de que finalice octubre.
De las ocho municiones químicas que la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) identificó durante una visita a la Isla San José en 2002 ya se han destruido la mitad, explicó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá.
Señaló que la limpieza de la isla, que se ubica en el turístico Archipiélago de Las Perlas y mide 44 kilómetros cuadrados, la realizan 90 miembros del Comando Sur de EE.UU. junto a unidades de la Policía Nacional de Panamá.
El ministerio panameño dijo también que la operación comenzó a mediados de septiembre y durará entre 6 y 8 semanas, en función de las condiciones climatológicas, y aseguró que de momento “no ha habido daños al ambiente ni a la seguridad humana”.
Agregó que entre el material destruido había proyectiles de fosgeno y cloruro de cianógeno, que fueron probados en esta isla tropical por el Ejército estadounidense y abandonados tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
El plan definitivo de limpieza fue acordado por Panamá y EE.UU. y presentado el pasado julio en el 85 Consejo Ejecutivo de la OPAQ, que se celebró en La Haya, Holanda.
La retirada de las municiones químicas fue un tema recurrente durante años entre Panamá y Estados Unidos y estuvo a punto de iniciarse en 2013, durante el Gobierno anterior, pero al final no se llevó a cabo por causas que se desconocen.