El ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, denunció este lunes ante la ONU las acciones “unilaterales e ilegales” del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a quien se refirió como un “emperador mundial” que amenaza y juzga al mundo “como si tuviese poderes dictatoriales”.
“Cual emperador mundial, el presidente de Estados Unidos usó esta tribuna la semana pasada para anunciar guerras, destrucción total de Estados miembros y la aplicación de medidas coercitivas unilaterales e ilegales, amenazando y juzgando a placer como si tuviese poderes dictatoriales”, afirmó el canciller venezolano en su intervención.
Arreaza denunció en concreto las sanciones económicas “ilegales” que impuso la Casa Blanca a Venezuela en agosto y dijo que aunque procurarán un “diálogo con respeto mutuo” con Estados Unidos, advirtió que están dispuestos a defender su soberanía, independencia y democracia “en cualquier escenario y bajo cualquier modalidad”.
Después de su intervención, se refirió también en una rueda de prensa a las últimas restricciones aprobadas por la Administración Trump contra Venezuela y otros ocho países para “mejorar las capacidades y procesos de vigilancia para detectar el intento de entrada a Estados Unidos de terroristas u otras amenazas a la seguridad pública”.
“Tenemos que parar esta locura e irracionalidad. Nosotros estamos abiertos a seguir teniendo un diálogo, pero si somos atacados nos defenderemos de la misma forma que nos atacan”, advirtió el canciller venezolano.
Durante su discurso en la Asamblea, recordó el “aquí huele a azufre” pronunciado hace años por el ex presidente Hugo Chávez en esta misma sala, y dijo que hoy “sigue vigente” porque la ONU ha vuelto a ser “profanada, irrespetada y ofendida” por “poderes arrogantes que pretenden imponer sus reglas de juego unilaterales”.
Por todo ello, instó a las Naciones Unidas a generar mecanismos efectivos para “neutralizar” las “pretensiones guerreristas” y los intentos de suplantar el multilateralismo por el “unilateralismo dictatorial” de quienes pretenden imponer un “pensamiento único” con el uso de las armas y el chantaje económico.