Corea del Norte dijo este viernes que podría probar una bomba de hidrógeno en el Océano Pacífico y su líder, Kim Jong Un, prometió que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pagará caro por sus amenazas de destruir al país.
Kim no especificó qué acción tomaría contra Estados Unidos o Trump, a quien llamó “mentalmente trastornado” en la última secuencia de insultos que han intercambiado ambos líderes en las últimas semanas.
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Corea del Sur dijo además que esta fue la primera declaración directa de su tipo por parte de un líder norcoreano.
Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores de Kim, Ri Yong Ho, afirmó en declaraciones televisadas que Corea del Norte podría considerar la prueba de una bomba de hidrógeno de una escala sin precedentes sobre el Océano Pacífico.
Ri, que estaba hablando con periodistas en Nueva York antes de un discurso programado más tarde esta semana, también dijo que desconoce las ideas exactas de Kim.
Japón, el único país que ha sufrido un ataque atómico, describió la amenaza como “totalmente inaceptable”.
En un mensaje por Twitter este viernes, Trump dijo que “Kim Jong Un de Corea del Norte, quien obviamente es un loco a quien no le importa hacer que su pueblo pase hambre ni asesinarlo, será puesto a prueba como nunca antes”, un día después de anunciar sanciones adicionales contra Pyongyang.
En su primer discurso ante Naciones Unidas, Trump dijo el martes que se vería obligado a “destruir totalmente” a Corea del Norte, un país de 26 millones de habitantes, si amenaza a Estados Unidos y sus aliados, y llamó a Kim un “hombre cohete” en una misión suicida.
Kim dijo que su país consideraría el “nivel más alto de contramedidas en la historia” contra Estados Unidos y que los comentarios de Trump habían confirmado que su propio programa nuclear era “el camino correcto”.