La policía lanzó gas lacrimógeno y disparó balas de goma la noche del viernes y la madrugada de este sábado durante enfrentamientos con manifestantes en San Louis, luego que un juez de Missouri exoneró a un expolicía blanco de la muerte en 2011 de un sospechoso negro.
Los pacíficos actos de protesta se volvieron violentos luego que la policía se enfrentó a un pequeño grupo de manifestantes en San Louis. Los incidentes se producen a tres años de que la muerte de otro hombre negro en el cercano suburbio de Ferguson provocó debates e ira en todo el país.
La policía lanzó lacrimógenas a las personas que rompieron las ventanas de varios locales y que arrojaron botellas de agua a los agentes. Los manifestantes tiraron piedras y pintura a la casa de la alcaldesa, indicó el Jefe de Policía en funciones, Lawrence O’Toole, agregando que 10 agentes resultaron heridos y que se arrestó a 23 personas.
La indignación estalló tras el fallo del viernes, que juzgó al expolicía Jason Stockley no culpable del cargo de asesinato en primer grado en la muerte de Anthony Lamar Smith, de 24 años.
“Estoy triste, herido, estoy furioso”, dijo el reverendo Clinton Stancil de la Wayman AME Church in St. Louis. “No hemos logrado ningún avance desde Ferguson, eso está claro. Los policía todavía pueden matarnos con impunidad”.
Ferguson se convirtió en el centro del debate en Estados Unidos sobre las relaciones raciales luego de la exoneración del oficial de policía blanco Darren Wilson, quien disparó y mató al adolescente negro Michael Brown el 9 de agosto de 2014. Las manifestaciones dieron vida al movimiento “Black Lives Matter” (La vida de los negros importa).
Smith fue baleado cinco veces en su auto cuando trataba de huir de Stockley y su compañero el 20 de diciembre de 2011, tras una presunta transacción de drogas, según autoridades. Durante la persecución se escuchó a Stockley decir en un video interno del auto policial que iba a matar a Smith, dijo la fiscalía.
Según documentos judiciales, el otro policía chocó el auto de Smith y entonces Stockley se acercó al auto del sospechoso y disparó con su arma de servicio. La defensa dijo que creía que Smith iba armado, pero fiscales dijeron que Stockley plantó el arma, que sólo tenía ADN del expolicía.